10 de agosto de 2011

.
El caso creado contra Ángel Betancourt 
y el P. Miguel A. Loredo

 
- Por Eduardo Prida

Este artículo tiene el objetivo de denunciar la mano criminal de los pandilleros de la tiranía, que despreciando el valor de la vida humana han jugado y juegan con los destinos de nuestro país y de la Humanidad.

Las acciones dibujan el verdadero calificativo de los hombres, Ángel Betancourt no fue un asesino como ellos quisieron pintar, ha sido una víctima, mártir y héroe, un amante esposo y ejemplar padre de familia, un católico ferviente y un enamorado de su carrera. El Padre Miguel Loredo no fue un encubridor de asesino, sino un consagrado religioso y patriota, víctima además de la tiranía. Para ambos nuestro reconocimiento y perpetuo respeto.

Ángel Betancourt fue inducido por la misma Seguridad del Estado a participar en el desvío del avión donde el volaba como Ingeniero de Vuelo. Este tipo de trabajo dentro del argot de la CI (Contra Inteligencia) se le denomina hacer casos y los chekistas le decían provocadores. Este tipo de acción tiene como función desalentar al enemigo para hacer acciones contra el Poder, puesto que va a desconfiar de todos y estas escenas presentadas por la Prensa Oficial levantan la moral combativa de las fuerzas represivas y el enemigo se siente fracasado. La inducción a cometer el delito de secuestrar el avión era alcanzar los EU incluyendo a un grupo de familiares y amigos.

Momentos antes de despegar el avión algunos pasajeros
fueron sustituidos por otros individuos y fueron convenientemente localizados para mantener la cabina de los pilotos bajo control entre ellos estaba el Comandante Raúl Curbelo Morales, quien tomó asiento en el lado izquierdo en el tercer asiento frente a la puerta de la cabina y recién dejaba la DAAFAR para ser Primer Secretario del Partido en Camagüey, según me contaba Rolando Barros, Jefe de Operaciones de Cubana en ese momento.

Probablemente Ángel Betancourt no podría saber de este cambio porque los tripulantes entran primero que los pasajeros y la cabina se cierra y durante el proceso de chequeo de preparación para el vuelo es un trabajo ininterrumpido que una vez comenzado no se detiene hasta el final, además desde la cabina de tripulantes a la cabina de pasajeros no se puede ver una vez que la puerta es cerrada por el escolta, el que si debe mantenerse observando a través de un pequeño orificio con cristal blindado de tipo convexo.

Ángel Betancourt había sido seleccionado por sus características y posteriormente inducido a participar en un Plan de secuestro donde parece haber existido una supuesta confabulación con el resto de los tripulantes y el escolta para desviar el avión hacia la Florida, como según se desprende de los hechos…

Mientras volaba sobre Matanzas y parte del Golfo de México se crearon las condiciones para confundir a Betancourt con el verdadero aeropuerto donde él hubiera querido aterrizar, esto es un indicio que nos hace pensar que Betancourt estaba confiado en que todo marchaba en función de sus planes de evadirse del comunismo y que el avión volaba con rumbo Norte, lo cual nos acerca más a pensar en una confabulación de toda la tripulación y el único desconocedor de la verdadera confabulación de la CI era Ángel Betancourt.

Mientras el avión Il-18 volaba hacia Boyeros un hormiguero de militares dirigidos por Quintín Pino Machado y otros oficiales de la Fuerza Aérea, desconectaban la iluminación del edificio y el letrero lumínico sobre la fachada del edificio principal del aeropuerto “Jose Martí” de Rancho Boyeros, así como trasladar hacia locaciones seguras todos los aviones y otros transportes terrestres para combustible, equipaje, escaleras, generadores de arranque, escaleras de pasajeros, etc. que había en la Rampa Principal, pero cuando el avión alcanza el edificio, Betancourt identificó el aeropuerto, empuja las palancas de control de los 4 motores a máximo régimen de potencia, tomando el avión por el drive way hacia la cabecera de la Pista 05, inclusive las cámaras del Noticiero ICAIC tomaron esta escena tomada desde un camión de combustible, (Testimonio de Carlos Alberto Cabrera) perdiendo la alineación del driveway de salida hacia la pista. Se desvía y sale hacia el terreno y se detiene en unas trincheras que recientemente habían hecho por el lado noroeste de la Pista 05.  

El avión se detiene contra el obstáculo y no estalla en fuego porque Betancourt corta la potencia de los 4 motores y desconecta la red eléctrica de abordo para prevenir un fuego y abre el parabrisas frontal del copiloto y abandona el lugar, ya consciente que lo habían traicionado. Dentro de la cabina hubo disparos y caen abatidos Edor Reyes, que venia esposado y fijado a una de las bases de la Estacion de Radio y el Capitán del avión Fernando Álvarez, el copiloto Evan Rosales (que después fue desacreditado definitivamente para restar validez a su testimonio, no voló más y fue destinado como chofer de un camión de carga de la agricultura en Wajay). También resultó herido en el brazo derecho. Según una fuente de crédito como el Oficial Roberto Arias Perez del DSE del Aeropuerto, aseguraba que “el señor Betancourt siempre estuvo en manos de la Seguridad y que una vez fuera del avión, siguió durante la supuesta fuga de escondrijo en escondrijo en sus manos”. Acerca de los disparos dijo que el propio Comandante Raúl Curbelo Morales  penetró en la cabina de tripulantes con una pistola subametralladora modelo STITCH de fabricación soviética que portaba, disparando una ráfaga que alcanzó a las tres personas, con un resultado de Edor Reyes y Fernando Álvarez Pérez muertos y el copiloto Evan Rosales, herido en un brazo…

El otro extremo protagónico del relato le corresponde al Padre Miguel Loredo que también había sido elegido para involucrarlo en el asunto del "asesino" Betancourt, pues sus homilías eran unas diatribas certeras y diarias contra la Dictadura, el liderazgo que había ganado con su actitud digna y valiente ameritaba que al Padre Loredo había que erradicarlo de raíz, como decían los Fiscales de la causa.

Si además conocemos que entre ambos existía una conexión desconocida por ambos pero fabricada por la Contra Inteligencia, este papel le correspondía a un “Héroe de la Seguridad del Estado”, un ex seminarista llamado Gerardo Pérez, quien ya había cumplido el papel de infiltrarse en el seno de la Iglesia y su misión había sido coleccionar información de interés operacional entre los sacerdotes a quienes le propuso medidas activas como la de que lo enviaran a Miami, para hacer contacto con organizaciones del exilio, así como datos de asuntos individuales e institucionales de la Iglesia de interés para la CI.

Gerardo Pérez, quien probablemente fue reclutado bajo chantaje por homosexualidad, jugando además el papel de Inductor del Evento, y luego de que Betancourt saliera del avión lo esperara para comenzar el juego operativo mientras se preparaban las condiciones subjetivas en las masas que más tarde asimilaran y justificaran todo lo que querían hacer y deshacer la Tiranáa Soviética en Cubana de Aviación y dar comienzo a la destrucción de la institución con un trabajo político para expulsar “la escoria” que había dejado el capitalismo.

La CI lo movió clandestinamente de un lado para otro para hacer “el caso” con las personas que les interesaba involucrar en el asunto en sucesivos días para esconder y alimentar al supuesto asesino, hasta llevarlo hasta la Iglesia del San Francisco, localizada entre las intercepciones de calles Cuba y Amargura en la Ciudad de La Habana.

Con la publicación al día siguiente en primera plana de la foto de Betancourt, su religión y sus antecedentes de miembro de la Fuerza Aérea de la supuesta dictadura batistiana, asi como la foto de los dos muertos y un herido, la Seguridad del Estado había diseñado el escenario y los personajes para conceptuar un asesino. Durante tres semanas el país estuvo en estado de alerta en su búsqueda, reforzando esta imagen prefabricada. Con las permanentes instrucciones de captura por las emisoras de radio, la televisión y la prensa escrita se formaron patrullas de búsqueda y captura en todo el país que trabajaban las 24 horas del día.

Guardias Especiales en los Comités de Defensa, registraban autos, camiones y ómnibus en todo el país, cientos de personas fueron detenidas en espera de ser identificadas. La gran movilización de cacería popular, fue una mega payasada del régimen porque en realidad Betancourt estuvo todo el tiempo en manos de la propia Seguridad del Estado hasta depositarlo en la Iglesia de San Francisco donde lo espera el Ministro del Interior Ramiro Valdés y José Abrahantes, su Vice Ministro, y las Cámaras del Noticiero Nacional de Televisión con Manolo Ortega y su homólogo del ICAIC con Santiago Álvarez a la cabeza, para dar fin a la captura del supuesto asesino y su encubridor.

Ángel Betancourt cueto fue condenado a muerte y e Padre Miguel A. Loredo a 15 años de prisión. No es difícil llegar a la conclusión que Betancourt y Loredo fueron escogidos y que la escena fue inducida de antemano y el resultado trajo múltiples ventajas para el régimen.

Para leer el artículo completo:


No hay comentarios:

Publicar un comentario