8 de diciembre de 2010

 
LA NUEVA CLASE Y LAS GRIETAS EN EL EXILIO CUBANO

**  Alberto Gutiérrez

**  No estoy seguro si fue por medio de "Bohemia" cuando durante la segunda mitad de la década de los cincuenta supe quién era el yugoeslavo Milovan Djilas y leí algo sobre "La Nueva Clase", su libro denunciando los privilegios de la élite comunista en la Europa Oriental. 

La importante revista cubana era una de mis principales fuentes de información por su diversidad de artículos. No obstante desde principios de 1959 la rechacé al convertirse en un abyecto vehículo de propaganda castrista. Aunque en verdad lo de "Bohemia" era sólo una de las tantas posiciones en la reñida competencia de desmedida "guataquería" desde San Antonio a Maisí ante el naciente tirano.

Poco a poco vendrían algunas rectificaciones, pero la contramarcha sería inútil porque el daño a Cuba ya iba a toda velocidad y lo peor es que aún no ha sido reparado.

Sí recuerdo que desde el momento en que la marea verde olivo llegó al poder en Cuba fueron muchísimos los barbudos que comenzaron a disfrutar lo ajeno al son de "Marchando vamos hacia un ideal " y lo que sigue. Primeramente ocuparon las residencias y automóviles mal habidos por diversos funcionarios batistianos, pero de la noche a la mañana se creó el Ministerio de Recuperación de Bienes Malversados y el botín de los nuevos ladrones aumentó sin que nadie en particular tan siquiera chistara. 

En cuestión de meses, mientras la sangre continuaba siendo derramada en el paredón y aumentaba el número de prisioneros políticos, la revolucionaria modalidad del pillaje oficial fué motivo para que yo reconociera en Cuba la emergencia de la nueva clase castrista a semejanza de lo mencionado por Djilas.

Por supuesto entonces no sospechaba que las cosas llegarían a los extremos de hoy si se considera al selecto grupo de millonarios y nuevos ricos cubanos formado por los "históricos" comandantes, sus familiares y otros acólitos embarrados hasta la médula en una explotación y un latrocinio sin paralelos en nuestra patria.

El Exilio Cubano que sí es histórico, definido por una firme línea de oposición a la tiranía castrista, no por tiempo o generaciones, siempre ha sido una espina en el costado del tirano cubano y por ende de la nueva clase castrista en su totalidad. Y no es que no se haya intentado neutralizarnos. Pero a pesar de traiciones como la sufrida por la Brigada 2506 en 1961, de componendas entre diversos intereses, de calculada propaganda negativa, de cuentos de caminos y hasta de asesinatos que según alegaciones fueron planeados en Cuba , la corriente exiliada ha logrado prevalecer por su condiciones "sui generis".

Miami, es decir lo que se entiende como la base principal del Exilio Cubano, aún tiene mucho peso. Prueba de ello es que la coyuntura del intercambio cultural entre Estados Unidos y Cuba fué aprovechada para una vez más arremeter contra esta ciudad desde La Habana. Hace meses ese intercambio fué la causa de mi mensaje sin respuesta a la Sra Hillary Clinton, la Secretaria de Estado Norteamericana, cuestionando lo de bilateral a lo ancho del Estrecho de la Florida. Porque es curioso que mientras aquí en nombre del arte la puerta está abierta para recibir hasta la rata más comprometido con la opresión y la miseria en suelo cubano, allá no se permite la entrada de un simple gato maullador con credenciales de anticastrismo. Sin lugar a dudas es la falta de vergüenza entre algunos cubanos que afirman ser exiliados lo que amortigua el merecido fracaso de ese intercambio cultural. Y que yo sepa, los aspavientos de nostalgia y el alarde de una falsa cubanía no son justificaciones para colaborar en mayor o menor grado con la infamia. 

Es de notar que desde hace algunos años la nueva clase castrista luego de haber destruído todo lo que valía y brillaba en Cuba, se propuso incrementar, de una vez por todas, su cabeza de playa en Miami. Por lo que se vislumbra en Washington nadie se desvela por eso, pero es de esperar. Mucho más preocupante es que debido a la combinación de calendario, complacencia, desidia, ausencia de militancia joven y otros factores entre nosotros tampoco hay mucha alarma. Y me pregunto si es ya tanto el conformismo del "vamos a ver'" y el "ya veremos", mientras que el sutíl socavar es efectivo y poco a poco se están viendo las grietas en el Exilio Cubano que hasta ahora no eran posibles.

Desde su página Villagranadillo el Sr Manuel Prieres ha condenado los aspectos de lo que él llama de manera abreviada el ICWH -Intercambio Cultural Washington Habana. Desconozco si otros han hecho lo mismo. Pero más recientemente el Sr Aldo Rosado, Director de Nuevo Acción, ha denunciado otro vivo ejemplo de la realidad antes nuestras narices y que ¡increíblemente! son las películas de propaganda castrista proyectadas por Mega TV.

Apoyo sin reservas a ambos compatriotas porque una cosa es la libertad de expresión y otra es el desparpajo zapador contra los exiliados cubanos, y por extensión contra el oprimido pueblo de Cuba. No debemos bajo ninguna circunstancia simplemente encojernos de hombros. Porque de ser así llegará el dia en que también más de una estación de televisión en Miami proyectará hasta las reflexiones del comandante en tercera dimensión. Entonces la nueva clase castrista cantará victoria y la culpa habrá sido nuestra.

Recogido en "Nueva Acción" por Gladys Gutiérrez

No hay comentarios:

Publicar un comentario