10 de diciembre de 2010


EL DR. MIGUEL DEL CARRIÓN

Marlene María Pérez Mateo

La cohexistencia de “mas vendido” y “mas leído” no es todo lo frecuente que debiera en el mundo editorial de los libros. Un médico cubano tuvo y tiene, en su creación, la confluencia de ambos hechos, el Doctor Miguel del Carrion ( La Habana; 1875-1929).

“Las honradas”(1918), “Las impuras”(1919), “La esfinge”(1929), “El Milagro”(1904), “La ultima voluntad”(1903), y “El principio de autoridad” (obra inconclusa); además de sus colaboraciones periodísticas para diarios y revistas como “Libertad”, “Cuba Pedagógica”, “El fígaro”, “Cuba contemporánea”, “El heraldo de Cuba”, cuentan a su haber.

En la joven República cubana que vio nacer en los inicios del siglo XX fue testigo activo y directo. Unió a su desempeño profesional y literario el de pedagogo de la Escuela Normal de Maestros y como secretario de Instrucción Pública y Bellas Artes. Escribió textos escolares en 1906 bajo el título “Estudios de la Naturaleza”. Militó en el Partido Popular Cubano y en la Academia de Artes y Letras. Trató de continuar la idea martiana al retomar la edición de “La Edad de Oro” (1904).

Dentro de la ciencia médica se especializó en Radiología luego de su graduación (1908). Colaboró en la “Revista de Medicina y Cirugía” y los “Archivos de la Medicina”. Fue profesor. Públicó libros y dictó conferencias.

Encamino estas lineas hacia el ecuador de su novelistica:  "Las honradas” y “Las impuras”. Este dueto que vio la luz con un lustro de diferencia, no es mas que el resultado pormenorizado de una meditación detallada y un poder de observación envidiable por parte de su escritor. Victoria y Teresa, sus protagonistas, dos mujeres, y los demás personajes que se cuentan en ellas retratan una época, un modo de vida y de sentir, una concepción del mundo y sus consecuencias. La moral, mal entendida, como de apariencias, en si misma hipócrita y mezquina, los conflictos internos y prejuicios juegan en la trama muy en especial del lado mas vulnerable de la sociedad: la mujer.

Del Carrión desarrolló los argumentos de las obras sobre cataclismos de emociones y conflictos; siendo un agudo analista, no frio ni calculador. Estos libros se han vendido como “pan caliente”y llevados al teatro, a la radio y a la television, pese haber sido censurados en ocasiones.

Narrando, Del Carrión, nos legó los matices de la esencia humana en una Cuba de post-Guerra de grandes conrastes. Los títulos de estas novelas son por demás sugerentes, para algunos la primera y segunda parte. Yo me arriesgo a plantearlas como secuenciales y complementarias, algo así como un efecto de doble espejo.

La versatilidad y talento del Doctor Del Carrion son admirables. Las aristas de su hacer son ricas y diversas. Mucho mas pudiera decir de este buen cubano.

Marlene María Pérez Mateo
Diciembre 2010

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