SANTIAGO DE COMPOSTELA Y BARCELONA

ULTIMAN PREPARATIVOS 

PARA RECIBIR AL PAPA

- Todo está prácticamente ultimado en Galicia para la llegada de Benedicto XVI el sábado, menos las condiciones meteorológicas. La información que ofrece MeteoGalicia aún es vaga: es probable (60%) que llueva, [¿será por aquello de “como xove en Santiago”?], pero habrá que esperar unos días para que la previsión sea más precisa. Lo que ya ha llegado a Galicia es el papamóvil, con el que Benedicto XVI hará el trayecto del aeródromo a la Catedral.

La Xunta se ha gastado en el despliegue 3 millones de euros, y desde las organizaciones empresariales se da por hecho que la rentabilidad será «altísima». El Ayuntamiento de Santiago, gobernado por el bipartito de PSOE y BNG, no ha precisado cuál será su desembolso.

La Sagrada Familia se viste de lujo

Por su parte, la capital catalana siempre ha presumido de buena anfitriona y de saber organizar grandes eventos, y la visita de Benedicto XVI el próximo fin de semana se plantea en la ciudad como un nuevo reto. Sin exagerar, y en términos de repercusión, Barcelona se dispone a acoger el que va a ser el acontecimiento más importante desde aquellas jornadas irrepetibles de 1992. Aunque el fervor católico en el equipo de gobierno municipal es más bien templado, el Ayuntamiento ha entendido que el esfuerzo organizativo debe estar a la altura de un evento que sólo en los alrededores de la Sagrada Familia podría congregar el domingo por la mañana a centenares de miles de personas. El Consistorio estima que únicamente en el recorrido entre el Palacio Arzobispal y la Sagrada Familia, acompañarán al Santo Padre más de 400.000.

Ascensor panorámico

Si las autoridades civiles están movilizadas, más aún en el Arzobispado y en el interior de la Sagrada Familia. Y es que en ningún otro lugar es tan visible el ajetreo por los preparativos de la visita como en el templo de Antoni Gaudí. El ascensor panorámico que usará Benedicto XVI para acceder a la nave principal se instaló hace apenas unos días. También esta semana se colocaban las barandillas del espacio que ocupará el coro de 800 voces.

Si todo es movilización en el interior de la Sagrada Familia —reducida su capacidad a 7.500 personas por motivos de seguridad—, en los alrededores del templo sucede otro tanto. Este fin de semana han empezado a armarse las 31 pantallas gigantes con las que se seguirá la ceremonia desde el exterior.

Más allá del barrio de la Sagrada Familia, son muchos los balcones decorados con el amarillo y blanco de los colores del Vaticano, acompañados de banderas de España y de «senyeres», bandera de Cataluña).

Si hay un lugar donde la agitación por la visita del Papa es también muy visible es en internet. Una de las páginas en internet más celebradas es la «¡Barcelona, ponte Papa!», rememorando aquella famosa campaña municipal del «¡Barcelona, ponte guapa!».

Frente al gasto de 370.000 euros que el Ayuntamiento desembolsa en logística—no se contabilizan las horas extra de la Guardia Urbana y los servicios de limpieza—, se estima que la visita reportará unos ingresos directos de 29,8 millones de euros a la ciudad. De estos, 4,6 calculados a partir del coste hipotético de una campaña televisiva para una audiencia estimada de, al menos, 150 millones de personas.