31 de octubre de 2010


EL DOMINGO DE ZAQUEO

- Quiero ser como Zaqueo, Señor,
para que nunca olvide lo grande que eres,
para que alguien me suba sobre sus hombros y te pueda ver,
para que me asombre de tus Palabras y de tus milagros.

Quiero ser como Zaqueo, Señor,
para que no sea insensible a los que sufren,
para que pueda subirme a los árboles
y mirar por donde vienes
y Tú te fijes en mí, como yo me fijo en Ti.

Quiero ser como Zaqueo, Señor,
para que me lleves de tu mano,
para que conozcas cómo es mi casa
para que nunca me canse de ser tu amigo.

Quiero ser como Zaqueo
para dar un salto cuando Tú me digas: ¡baja!
para dar algo de lo mío, si alguien está necesitado,
para pedirte perdón por las veces en que he faltado por algo.

Quiero ser como Zaqueo
y tener la suerte de tratarte como a un invitado
y sentarte a mi mesa, y Tú Señor, en la de mi casa
y que me perdones si en algo te he decepcionado
y que mi casa brille con una nueva luz, tu luz.

Javier Leoz, Betania.es

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