Maria Teresa Mora Iturralde,
la reina del ajedrez cubano
Escuché hablar no pocas veces sobre la doctora María Teresa, la campeona de
ajedrez cubana. Se decía que había jugado con Capablanca, que era médico, que
vivía en La Habana ya anciana, que estaba jubilada, que..,que..que.. En fin no
certezas sobre esta persona perdida en la noche de los tiempos. Nunca supe de
alguna referencia oficial a su persona o a su capacidad profesional y/o
ajedrecística.
Maria Teresa Mora Iturralde nació en La Habana un 15 de octubre de 1902. Nació
con la República. Común historia compartió con muchos de los grandes del juego
ciencia, fue una niña prodigio. Enseñada por su propio padre, era capaz de
ganarle con solo unos pocos años de vida. Estudió el Bachillerato en Ciencias y
Letras, Música y Pedagogía. Con solo 11 años participó en un torneo organizado
por el Club de Ajedrez de La Habana obteniendo el primer lugar. Conquistó
el título Nacional de Ajedrez de
Cuba en 1920 y se mantuvo invicta en
dicha posición por 22 años, hecho este
todavía no igualado. Tal hecho ocurrió en la “Copa Dewars”, y todos los
participantes a excepción de ella eran hombres. Edward Everet periodista deportivo
acreditado en el evento dio cuenta de la hazaña. Con un conteo de 3 victorias,
1 derrota y 3 tablas; la cubanita coronó su triunfo.
En Moscú, 1950, derrotó en
una de sus partidas a la entonces campeona mundial Elizabetha Bikova. El
entonces presidente de la Federación Internacional de Ajedrez le otorgó la categoría
de Maestra Internacional, siendo la primer mujer latinoamericana con tal
distinción.
En 1921 María Teresa tocaba brillantemente
el violín y la mandolin; ofreció un concierto a sus seguidores en 1921.
José Raúl
Capablanca sintió gran admiración por ella y fue la única persona que el
Maestro aceptó como su discípula. La preparación de dichas clases fue una de
las pocas veces que se vio al Maestro consultando libros debido a la
complejidad de las mismas. El respeto hacia su discípula era especial y pidió
su admisión en el Torneo de Londres de 1922 como parte de la nómina oficial de
jugadores. La alumna derrotó a su profesor en 2 ocasiones e hizo una tabla en
partidas de simultáneas. La “vox populis”
puso en boca de la triunfadora la frase «¡Ay, que pena, como le he ganado!»
María Teresa murió en su ciudad
natal el 3 de octubre de 1980.
En 1917 José González Boyolo,
periodista cubano especializado en el juego ciencia, publicó en el American
Chess Bulletin su trabajo bajo el titulo: “En La Habana hay otro prodigio.” En
el afirma tomando como referencia a la vieja ciudad «...no contenta con haber dado a José Raúl
Capablanca al mundo, La Habana llama su atención a otro prodigio del ajedrez en
la persona de la niña María Teresa Mora…»
Marlene María Pérez Mateo
Mayo 22, 2014
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