30 de agosto de 2014

María Teresa Mora Iturralde, la reina del ajedrez cubano

Maria Teresa Mora Iturralde,
la reina del ajedrez cubano

Marlene María Pérez Mateo
 
Escuché hablar no pocas veces  sobre la doctora María Teresa, la campeona de ajedrez cubana. Se decía que había jugado con Capablanca, que era médico, que vivía en La Habana ya anciana, que estaba jubilada, que..,que..que.. En fin no certezas sobre esta persona perdida en la noche de los tiempos. Nunca supe de alguna referencia oficial a su persona o a su capacidad profesional y/o ajedrecística.

Maria Teresa Mora Iturralde  nació en La Habana un 15 de octubre de 1902. Nació con la República. Común historia compartió con muchos de los grandes del juego ciencia, fue una niña prodigio. Enseñada por su propio padre, era capaz de ganarle con solo unos pocos años de vida. Estudió el Bachillerato en Ciencias y Letras, Música y Pedagogía. Con solo 11 años participó en un torneo organizado por el Club de Ajedrez de La Habana obteniendo el primer lugar. Conquistó el  título Nacional de Ajedrez de Cuba  en 1920 y se mantuvo invicta en dicha posición por  22 años, hecho este todavía no igualado. Tal hecho ocurrió en la “Copa Dewars”, y todos los participantes a excepción de ella eran hombres. Edward Everet periodista deportivo acreditado en el evento dio cuenta de la hazaña. Con un conteo de 3 victorias, 1 derrota y 3 tablas; la cubanita coronó su triunfo.
 
En Moscú, 1950, derrotó en una de sus partidas a la entonces campeona mundial Elizabetha Bikova. El entonces presidente de la Federación Internacional de Ajedrez le otorgó la categoría de Maestra Internacional, siendo la primer mujer latinoamericana con tal distinción.

En 1921 María Teresa tocaba brillantemente el violín y la mandolin; ofreció un concierto a sus seguidores en 1921.

José Raúl  Capablanca sintió gran admiración por ella y fue la única persona que el Maestro aceptó como su discípula. La preparación de dichas clases fue una de las pocas veces que se vio al Maestro consultando libros debido a la complejidad de las mismas. El respeto hacia su discípula era especial y pidió su admisión en el Torneo de Londres de 1922 como parte de la nómina oficial de jugadores. La alumna derrotó a su profesor en 2 ocasiones e hizo una tabla en partidas de simultáneas. La “vox populis” puso en boca de la triunfadora la frase «¡Ay, que pena, como le he ganado!»

María Teresa murió en su ciudad natal el 3 de octubre de 1980.

En 1917 José González Boyolo, periodista cubano especializado en el juego ciencia, publicó en el American Chess Bulletin su trabajo bajo el titulo: “En La Habana hay otro prodigio.” En el afirma tomando como referencia a la vieja ciudad  «...no contenta con haber dado a José Raúl Capablanca al mundo, La Habana llama su atención a otro prodigio del ajedrez en la persona de la niña María Teresa Mora…» 

Marlene María Pérez Mateo
Mayo 22, 2014

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