4 de diciembre de 2011

EL DÍA QUE UN TAXISTA ROBÓ UN CUADRO DE GOYA



Retrato del duque de Wellington, óleo de Francisco de Goya

El día que un taxista compasivo
robó un cuadro de Goya
en la National Gallery de Londres.
 
Belén Polanco, Efe

El de la "Gioconda" no ha sido el único robo "sonado" un 21 de agosto. En esa misma fecha, pero  50 años antes, el taxista Kempton Bunton, de 61 años, se llevó de la National Gallery de Londres el "Retrato del Duque de Wellington", de Goya, para pedir una recompensa y repartirla entre la "gente pobre". Este robo fue el primero de la historia de la National Gallery, considerado uno de los museos más relevantes en su categoría, y no sólo ocupó las portadas de la prensa británica sino que incluso aparece en la trama del primer filme de James Bond, "Agente 007 contra el doctor No" ("Dr. No", de 1962).
 
"El Duque de Wellington" (1812) llevaba tan sólo unas dos semanas expuesto en la National Gallery cuando el taxista británico, considerado el autor material e intelectual del delito, la descolgó y se la llevó andando tranquilamente. En una subasta celebrada en marzo de 1961, el museo había comprado al duque de Leeds la obra de Goya (1746-1828) por 140.000 libras esterlinas (al cambio de hoy, unos 2 millones de libras esterlinas -2,3 millones de euros-), explica en declaraciones a Efe Noah Charney, presidente de ARCA, la asociación de Estados Unidos que investiga los delitos relacionados con el arte.
 
Esa fue la suma de dinero que el taxista, ya jubilado, reclamó para que se destinara "al pago obligatorio y mensual" de licencias para ver la televisión en Reino Unido en hogares pobres y de pensionistas. Durante cuatro años, mientras enviaba notas a Scotland Yard y el caso era noticia en la prensa, Bunton ocultó el cuadro "en Newcastle, en el noreste de Inglaterra.
 
La devolvió anónimamente a las autoridades en 1965 y seis meses después confesó el delito, recuerda en declaraciones a Efe Sandy Nairne, director de la National Gallery. El robo del Goya supuso que el museo incorporara nuevas medidas de seguridad como "una patrulla nocturna con perro", detalla Nairne. Pero lo más importante es que generó la creación de la "Theft Act 1968", un acta que revisa una ley sobre robo y delitos similares en Inglaterra y Gales.
 
El taxista británico fue condenado por cuatro delitos relacionados con el robo a tres meses de prisión.

Reproducido de El Confidencial, Madrid.

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