CAMBIOS GENERACIONALES

CAMBIOS GENERACIONALES

Elsa M. Rodríguez

Desde que tenemos información histórica sobre el desenvolvimiento del ser humano en los diferentes países, tanto de la era antigua como en la moderna, hemos podido constatar que no solamente el ser humano ha manifestado su desarrollo a través de la moda, sino también con el descubrimiento en áreas de la física, química, medicina, construcción, etc. Hoy a nadie se le ocurriría trasladarse a su trabajo en una oficina montado en un burro, o en un carromato tirado por caballos. De la misma forma tampoco encontraríamos damas nadando o tomando el sol en una playa con un traje de baño que le cubra desde el cuello hasta el tobillo.

Es cierto que han cambiado las modas, el medio de transporte, la forma de vivir en general, todo se ha ido transformando según han pasado los años. Todos aceptamos estos cambios como algo natural y poco a poco nos vamos acostumbrando a los mismos.

Hablando de cambios no podemos dejar de lado el tema de la moral. A principios del Siglo XX se veía inmoral que una mujer fumase o vistiese ropas que le llegasen solamente hasta la rodilla. Tampoco era bien visto que las jóvenes parejas viviesen juntas bajo un mismo techo sin estar unidos en matrimonio. Hasta hace muy poco tiempo era de uso acostumbrado el tratar de usted a las personas mayores y a los desconocidos, así como a las personas que ostentasen alguna posición de alto rango. Hoy el tuteo es inevitable y ya un joven trata a un anciano de la misma manera que trata a un amigo de su misma edad.

Ciertamente todo cambia, en algunos casos el cambio es beneficioso, pero otras veces no, como por ejemplo cuando se cae en la falta de respeto y en la burla descarada y descarnada contra aquellos que no son iguales a nosotros, ya sea por su edad, su religión o sus opiniones políticas.

Hoy, cuando un joven le pregunta a un anciano: "Oye tú, viejo ¿cuál es tu problema?" recordamos con nostalgia la época en que este mismo joven diría "Señor, ¿en qué le puedo ayudar?". Cambios, como se ve cambio puede significar progreso, pero también puede implicar decadencia.

Elsa M. Rodríguez

Hialeah, FL

lapupasmiami@att.net

COMENTARIOS

Me alegra ver que no estamos solos los que pensamos que eso no es cariño ni confianza sino falta de respeto y muchas veces sin darse cuenta se faltan el respeto a si mismos para mi concepto un empleado de una tienda que te recibe, ¿a ver mamy "dime en que puedo ayudarte?". A los trabajos uno mismo tiene que darle la importancia que llevan. Y si es en un restaurante, ya la decadencia, como dice la Señora Elsa, llega al máximo.
Gladys Gutiérrez