26 de diciembre de 2010


COMO ELLOS, DIOS MÍO…


Como JESÚS,
dispuesto a darlo todo, aun a riesgo de no recibir nada.
Silencioso, cuando todos hablan,
y amando cuando todos callan o traicionan.
Desnudo de las riquezas que el mundo añora
y, por dentro, lleno del Misterio del amor de Dios.
Pobre, pero con el corazón inmensamente rico
con el gran tesoro de Dios.
Pequeño, frente a todo empeño y pretensión
de ser grande y poderoso

Como MARÍA,
mirando hacia el cielo, buscando la voz de Dios
y no olvidando el clamor de los que llaman en la tierra.
Cultivando la sencillez, para disfrutar con lo poco
y huyendo de bellezas ficticias que son polilla.
Recibiendo a Aquel que es rostro del Dios vivo
y alejándome de los falsos dioses que me esclavizan.
Abrazando a Jesús que sana y salva
y poniendo en su justo sitio
a todo aquello que de Él me aleja.


Como JOSÉ,
con mis dudas, pero buscando respuestas.
Con mis silencios, pero optando por Ti.
Con mi pobre cayado, pero apoyado en Ti.
Con mi esfuerzo en aquello que me gusta
y en aquello otro que no me atrae,
buscando y añorando cumplir tu voluntad.

Quiero, que de los tres, me concedas tres regalos:
-El amor que Jesús me trae
-La confianza con que María cree y espera en Ti
-La fe de José para acogerte y nunca perderte.

Como ellos, Dios mío,
Ayúdame a ser como ellos.

Javier Leoz,  Betania.es

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