23 de noviembre de 2010


DESPUÉS DE LA ELECCIÓN

* Muchos son los que en vista del éxito logrado por Marco Rubio al obtener un escaño en el Senado de los Estados Unidos en las elecciones celebradas recientemente, buscan las razones del porqué este joven hijo de cubano-americanos obtuviese una mayoría de votos que le están llevando a Washington.

Indiscutiblemente, todos tenemos alguna razón para votar por tal o cual candidato, y es cierto que muchas veces prima más el votar por aquel que consideramos menos malo, por el que es más fotogénico, por el que habla más bonito, o simplemente porque creemos que va a hacer un buen trabajo.

Quienes no apoyaron a Rubio, no ven en él la persona idónea para el puesto, pero las cosas son así, la mayoría es la que manda y para eso mismo es que se va a elecciones y se cuentan los votos con sumo cuidado.

Cualquier justificación que los enemigos de Rubio puedan encontrar, podría ser válida, pero la que consideramos con menos valor y además sumamente ofensiva, es aquella que utilizan algunas personas diciendo que las cubanas votaron por él porque tiene una cara bonita. 

Aunque efectivamente el joven es guapo, y tiene buenos modales, también es un buen político, pero al decir que las cubanas votaron por él simplemente por su físico, implica en si una ofensa a la mujer cubana, y todas las mujeres que votamos, porque si los hombres tienen el derecho a determinar mediante un análisis de los candidatos a determinado puesto, cuál ellos consideran el mejor, las mujeres también estamos capacitadas para hacerlo, sin que se nos considere unas cabezas locas, por no utilizar un calificativo más bajo y vulgar. Esas son las cosas que tenemos que oír después de la elección, sobre todo de aquellos que siempre están descontentos con el personaje que ha sido elegido.

Elsa M. Rodríguez
Hialeah, FL
lapupasmiami@att.net

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