17 de septiembre de 2010

PORRONES Y BOTIJOS

- Los cubanos acostumbramos llamar “porrones” a los botijos, tal vez porque los verdaderos “porrones” apenas se ven en Cuba. Hay marcadas diferencias entre uno y otro aunque ambos sirvan para almacenar líquidos y beber de ellos “a chorros”..

El porrón es un recipiente de cristal, con el cuello estrecho y la base ancha, de la que sale un tubo largo en forma de cono y que sirve para beber vino a chorro. Su origen es incierto, pero desde hace siglos ha sido muy popular en Aragón, Valencia y Cataluña, extendiéndose su uso por todo el territorio español.

Posee dos tubos prolongados: uno fino por el que sale el vino y otro más grande por el que "respira" y que a la vez sirve para sostenerlo. El principio es muy similar al de la bota de vino porque generalmente acostumbran a beber de él varias personas. El porrón, sin embargo, está hecho de cristal, no de cuero.

Ya en 1872 Alejandro Dumas relataba en su libro De Paris a Cádiz que en Aragón bebían el vino a gargallo, es decir, compartiendo varios de una misma jarra de cristal sin necesidad de que sus bocas la tocaran. Esa “jarra” era, ni más ni menos, el porrón.

El botijo



El botijo es un recipiente de barro cocido y poroso, no vidriado, que se utiliza para almacenar agua, y que una vez lleno y colocado en la sombra enfría el agua que contiene. Posee un cuerpo ancho que generalmente presenta dos orificios, el llamado “boca”, por donde se llena, y el pitón o pitorro, por el que se bebe. 

Al igual que sucede con el porrón cuando se bebe vino de él, el agua del botijo se bebe a chorros, por lo que el recipiente es compartido por varias personas. 

Posiblemente la palabra proceda de los romanos, ya que existía el término latino "buttis", que significa batonel, y más tarde se utilizó su diminutivo "butticula", de donde surgió botija. Sebastián de Covarrubias, escritor español del siglo XVI, en el año 1611 describió "botija" como «vaso de tierra ventrudo con la boca y cuello angosto” . Y agregó: «Los niños cuando están para llorar hinchan los carrillos y a esto le llaman embotijarse».

Según lo define el diccionario, un botijo es «una vasija de barro poroso utilizada para refrescar agua». El principio del funcionamiento del botijo es muy sencillo: el agua almacenada se filtra por los poros de la arcilla y en contacto con el ambiente seco exterior se evapora, produciendo un enfriamiento. La clave de ese enfriamiento está, pues, en la evaporación del agua. 

Aunque el sistema de refrigeración por evaporación es muy antiguo y parece que ha perdido su utilidad frente a las modernas neveras, tiene aún gran importancia en países en vías de desarrollo, de clima árido y que no disponen de electricidad. 

Ref: Wikipedia.org y Web
Ilustraciones: Google
“Sed”, óleo sobre lienzo, William-Adolphe Bouguereau (1825-1905)

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