22 de septiembre de 2010


OTOÑO

- Ana Dolores García

- «Ya se va el verano, llega el otoño y, como lluvia de oro, caen las hojas secas».

¡Todo es tan poético! ¡Y a la vez tan fijo en el tiempo! Cronométricamente cada año, los días cálidos del verano nos abandonan para dar paso a una fresca brisa y a un espectáculo de oro.

Un astrónomo nos lo explicaría sobriamente: la Tierra gira alrededor del Sol y ese recorrido, al que se le llama movimiento de traslación, dura un año solar, o sea 365 días. Además, la tierra gira sobre su eje, -que está un poco inclinado-, por lo que hay momentos en que uno de los hemisferios de la Tierra está más cerca del Sol, mientras que el contrario se aleja de él, haciendo que los rayos solares lleguen de forma indirecta y con menor intensidad.


Todo esto da origen a las cuatro estaciones del año: primavera, verano, otoño e invierno, que duran tres meses cada una y que tienen características propias que provocan cambios en el paisaje y en el clima.

Y ya está explicado científicamente el otoño. Entonces nos mencionarán dos palabras raras: equinoccio y solsticio, para señalar el comienzo de esas estaciones. Los equinoccios de la primavera y el otoño, y los solsticios del verano y el invierno. En el hemisferio norte el otoño comienza hoy, 22 de septiembre,a las 11 h y 9 min de la noche en la zona Este de los EEUU y estará con nosotros hasta igual día del mes de diciembre, el que será el más corto de todo el año. En Europa comenzará a aparecer al mismo tiempo, pero por allá los relojes marcarán las 5 o más de la madrugada.

Aunque a partir de esta noche ya podamos decir que estamos en otoño, todavía sentiremos un poco de calor mientras notamos que en el paisaje empieza a cambiar el verde de los árboles. Son las hojas, que, -prosaicamente se nos dirá- pierden la clorofila. Ya mustias y amarillentas, caerán al suelo para tender sobre él una mullida y áurea alfombra.


El diccionario nos explica que la propia palabra de otoño se deriva de autumnus, que para otros latinos, -los que vivían en el Lacio hace un montón de siglos-, significaba “disminución del verdor”.

Pero también nos dice el diccionario que el otoño es ese período de la vida humana en que ésta declina de la plenitud hacia la vejez. Sin embargo, si consideramos que, además, el otoño es la estación de la cosecha, la época en la que se recoge el fruto de lo sembrado. ¿No será éste también otro símil entre el otoño humano y él que nos ofrece nuestro planeta?



El otoño empieza
lo siento en el aire,
es que las hojitas
comienzan el baile.
Ellas se sueltan,
giran hacia abajo,
y a los barrenderos
les dan mucho trabajo.
El otoño es bonito,
con días de sol,
y todo el paisaje
se pone marrón.
Marrón y amarillo,
como los membrillos.
Marrón y dorado
todo empapelado.
El paisaje cambia,
el otoño empieza.
Disfrutemos juntos
toda su belleza.

(María Rosa Negrin
http://i-elanor.typepad.com/casadelarbol)

Antonio Vivalvi le puso música a las estaciones. ¡Y qué música!

Gracias a YouTube podemos escuchar el Otoño de Vivaldi en la interpretación de la Orquesta Filarmónica de Nueva York bajo la dirección de Leonard Bernstein:

http://www.youtube.com/watch?v=XZ6NC0tJ_dA

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