Quiero ser como Juan, Señor,
que te sirvas
de mí
para anunciar tu llegada
para anunciar tu llegada
y me concedas la humildad
para saber que no soy sino tu siervo.
para saber que no soy sino tu siervo.
Y colaborar contigo
para que tu Reino sea
una pronta realidad,
para que tu Reino sea
una pronta realidad,
y que venga tu Palabra sobre mí
y me empuje a proclamarla,
y me empuje a proclamarla,
y que anuncie y denuncie
lo que falta y lo que sobra en el mundo.
lo que falta y lo que sobra en el mundo.
Y ser un heraldo,
aunque sea insignificante, de tu llegada,
aunque sea insignificante, de tu llegada,
y ser un heraldo,
aunque me asalten las dudas,
de tu grandeza,
aunque me asalten las dudas,
de tu grandeza,
y ser un heraldo,
aunque me cueste el desierto,
de tu nacimiento.
aunque me cueste el desierto,
de tu nacimiento.
Rescatando de los caminos perdidos
a los que andan sin esperanza,
a los que andan sin esperanza,
levantando de los caminos torcidos
a los que cayeron abatidos,
a los que cayeron abatidos,
alegrando de los caminos melancólicos
a los que dejaron de sonreír,
a los que dejaron de sonreír,
recuperando de los caminos confundidos
a los que creyeron tenerlo todo.
a los que creyeron tenerlo todo.
Un constructor de sendas
para los que te busquen,
para los que te busquen,
un arquitecto de autopistas
para los que te deseen,
para los que te deseen,
un elevador de puentes
para los que te quieran encontrar,
para los que te quieran encontrar,
un ingeniero de caminos
para los que quieran vivir contigo.
para los que quieran vivir contigo.
Javier Leoz, betania.es
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