Juan Ponce de León
y el descubrimiento de
La Florida
Este año no es un año
cualquiera para la Florida. Hace medio milenio un europeo puso sus pies por
primera vez en el territorio que, con el tiempo, se convertiría en la nación más poderosa sobre la Tierra:
los Estados Unidos de América. No fue un francés, ni un inglés, ni un holandés.
Aquel hito estuvo protagonizado por un bravo aventurero nacido en un pequeño
pueblo de Tierra de Campos, Santervás
de Campos, hoy provincia de Valladolid. Su nombre, Juan Ponce de León.
Con la llegada de Ponce de León
arranca una historia de presencia de los españoles en Norteamérica que se
extendió a lo largo de más de tres siglos. Una vasta y rica parte del pasado
español a menudo ignorada en la actualidad, tanto en Estados Unidos como a este
lado del Atlántico. Hoy día, no son muchos los españoles conscientes de que su
país estuvo presente en América del Norte hasta el 10 de julio de 1821.
Juan Ponce
de León y Figueroa nació en Santervás de Campos, Valladolid, se cree que el 8 de abril de 1460 y falleció
en La Habana, Cuba, en julio de 1521. Fue el conquistador español de Puerto Rico
y el descubridor de la Florida, por lo que España le confirió el cargo de “Adelantado”
para explotar a nombre de la Corona los territorios que descubriera.
Se dice que Juan Ponce de León pasó a explorar las Indias enrolado en el segundo
viaje de Cristóbal Colón. Aunque era de ilustre cuna -se cree que su padre fue
Rodrigo Ponce de León, marqués de Cádiz, que dejó un reguero de hijos bastardos,
viajó a América siendo un «escudero pobre», según relatan los cronistas.
En 1513, acababa de salir de Puerto Rico, isla de
la que fue su primer Gobernador, y ahora encontraba ante sí otro territorio exuberante
y más playas de aguas cristalinas. Era abril, los cristianos celebraban la
Resurrección de Cristo, y la fecha, coincidente con la primavera, se llamaba
también “Pascua Florida”. Por ello, Juan Ponce de León bautizó con el nombre de
Florida aquel lugar que creía era una gran isla.
Porque en realidad buscaba la misteriosa tierra
de Bímini que ubicaba al norte de Cuba. Sin saberlo, holló el suelo sobre el
que se levantaría el país más poderoso del planeta, los Estados Unidos. Desde
entonces, La Florida perteneció a la
Corona española durante 308 años, más tiempo que el que lleva bajo soberanía
estadounidense (237 años).
Pronto hubo escaramuzas entre los soldados
castellanos y los indios. Curiosamente, la expedición cobró fama porque hizo
fortuna la leyenda de que Ponce de León buscaba la fuente de la eterna
juventud. Los afanes que movían al conquistador eran muy distintos. En realidad su objetivo se reducía a acumular
oro y reclutar indígenas para hacerlos trabajar.
Había escuchado hablar por primera vez a indios
del Caribe acerca de una isla, llamada Bimini, en cuyas tierras brotaba un maravilloso
manantial que convertía a los viejos en jóvenes. Las historias sobre una fuente
con tal propiedad no eran nuevas. Circulaban por Europa ya desde tiempos de
Herodoto, pero para el hidalgo escucharlas en boca de los indígenas americanos tal
vez supuso una confirmación de su autenticidad. Al fin de cuentas, la mayoría
de las leyendas sobre esta fuente la situaban en el Oriente, que era
precisamente a donde creía Colón haber llegado.
Al año siguiente del descubrimiento, Ponce de
León viajó a España y expuso sus andanzas ante la Corte, radicada entonces en
Valladolid, como una gesta venturosa. Informaron incluso al Papa de que todo el
mundo en Castilla andaba revolucionado con la noticia de que «en la isla
llamada Boyuca había una fuente que rejuvenecía a los viejos». Aunque incluso
después de su muerte se extendió la falsa leyenda de que Ponce de León
perseguía al llegar a Florida una mítica fuente de la eterna juventud, en
realidad iba en busca de nuevas riquezas y territorios.
Existen muchas dudas sobre el lugar exacto en que
fondeó el expedicionario. Algunos creen que su primer punto de arribo es lo que
hoy es el Cabo Cañaveral de la NASA. Otros apuntan que el desembarco aconteció
en la costa de Ponte Vedra, al norte de la península de Florida, muy cerca de
Jacksonville. Este paraje está próximo a San Agustín, la primera ciudad fundada
por los españoles en Estados Unidos y la más antigua del país, fundada por el
asturiano Pedro Menéndez de Avilés.
La hazaña
de Ponce de León tiene doble mérito, pues también descubrió la Corriente del
Golfo. Al incursionar en la zona sur de La Florida, los navegantes se dieron
cuenta de que de una corriente poderosa desplazaba los barcos hacia atrás, con
lo que se inauguró la ruta oceánica de regreso a España que posteriormente supuso
el auge de La Habana y el declive del puerto de Santo Domingo.
Lo trascendental de su llegada
a las costas floridanas fue que, con ella, Norteamérica entró en el mapa del
mundo conocido y en la historia de Occidente. Hasta casi un siglo después, en 1607, con la fundación de Jamestown en
Virginia, los ingleses no serían capaces de establecer en este continente su
primera colonia permanente.
Con la llegada de Ponce de León
arranca una historia de presencia de los españoles en Norteamérica que se
extendió a lo largo de más de tres siglos. Una vasta y rica parte del pasado
español a menudo ignorada en la actualidad, tanto en Estados Unidos como al otro lado del Atlántico. Hoy día, no son muchos los españoles conscientes de que su
país estuvo presente en América del Norte hasta el 10 de julio de 1821.
Fuentes:
www.abc.es
http://sobreleyendas.com
http://www.hoy.es
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