Hspital de Placetas, Provincia de Villa Clara |
El mito de la sanidad cubana
El mito de la sanidad cubana se
desmorona a la misma velocidad que sus desvencijados hospitales, frustrados
profesionales y el régimen comunista en general, sobre todo desde que le faltan
los subsidios de la antigua URSS. La revolución castrista de 1959 implantó unos
servicios sanitarios en teoría gratuitos y universales pero, como en el bloque
soviético, muy básicos y plagados de carencias. El gran éxito del Sistema
Nacional de Salud cubano, coinciden los expertos, es que «la propaganda oficial
los ha convertido en los mejores del mundo», mientras sus médicos y enfermeros
son los peor pagados. El problema no es tanto si su nombre es Hugo Chávez,
Fidel Castro o cualquier otro miembro del partido único o del Gobierno, que
acuden a centros especiales. El problema de verdad lo tienen los trabajadores
que malviven con quince dólares mensuales o los presos.
«La sanidad en Cuba es pésima
para el ciudadano de a pie por la falta de recursos. Existe un apartheid que
favorece a la élite gobernante y a los extranjeros que pagan en dólares,
mientras se les niega atención médica a los presos y algunos disidentes por
motivos políticos», explica María Werlau, directora de Archivo Cuba, una
organización sin ánimo de lucro con sede en EE.UU., que investiga este falso
mito de potencia médica que proporciona a la dictadura ingentes réditos
políticos y económicos.
Misiones en Venezuela
Darsi Ferret, un médico cubano
refugiado político en Estados Unidos desde 2012, asegura que el sistema de
atención primaria está «prácticamente desarticulado, las consultas están
vacías, sus profesionales han sido enviados a las lucrativas misiones internacionales»,
sobre todo a Venezuela. Este exprisionero de conciencia de 43 años fue
expulsado en 2006 del policlínico Luyanó, en el municipio habanero de 10 de
Octubre, por su labor opositora. Como médico de urgencias sabe lo que es
trabajar en instalaciones semiabandonadas, con falta de higiene, dificultades
para encargar un electrocardiograma, sin medicinas básicas como un antipirético
o de material como una bolsa para la orina.
A este deprimente cuadro se
unen profesionales desmotivados que perciben entre 16 y 23 dólares mensuales,
dependiendo de si es un especialista; frustrados por no poder atender a sus
pacientes como es debido por la falta de recursos e iniciativa. Berta Soler,
líder de las Damas de Blanco, relata cómo muchos de estos médicos —no
todos, precisa— aceptan regalos «bajo cuerda» a cambio de una mejor atención.
«Están necesitados, el salario no les alcanza para vivir», justifica. Técnica
en microbiología, trabajó hasta 2009 en el hospital América Arias de El Vedado,
hoy «semicerrado». Soler sostiene que «la sanidad no es gratuita: eso es un
mito; a veces los profesionales sugieren que pidas las medicinas a familiares
en el exilio» si no las encuentran en las desabastecidas farmacias.
Cuba produce medicinas y material, pero no para sus ciudadanos
Cuba
produce medicinas y material sanitario, pero no para sus ciudadanos. Archivo Cuba
ha recabado testimonios de médicos cubanos que desertaron en las misiones
enVenezuela, que explican cómo en ese país se tiran a la basura medicinas y
material para pacientes inexistentes pero pagados por el Gobierno de Caracas al
de La Habana.
No todos los cubanos tienen que
ir al hospital con sus propias sábanas, toallas, alimentos, agua, productos de
aseo personal y limpieza, bombilla o colchón. Los extranjeros y los altos
cargos del régimen reciben otro trato en hospitales o clínicas como Cimeq, Cira
García, Ciren, la 43 y Kohly, o en plantas especiales del Hermanos Ameijeiras y
Frank País. El país que tuvo a un nominado al Nobel de Medicina antes de la
llegada de los Castro, ahora manipula las estadísticas para camuflar la
involución en la salud de los cubanos.
El hospital de Castro y Chávez
C. M.
El Centro de
Investigaciones Médico-Quirúrgicas (Cimeq) es el hospital de referencia en
Cuba, dependiente del Ministerio del Interior y solo accesible a la elite del
régimen y a los extranjeros. Hugo Chávez estuvo ingresado en el área especial
que utiliza Fidel Castro desde que enfermó en 2006. Próximo a la casa del
dictador, el centro se fundó este siglo. En su página web afirma que posee «las
más avanzadas técnicas diagnosticas y terapéuticas»
ABC,
Madrid
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