5 de enero de 2013

LA ESPADA DEL CID ENVUELTA EN NUEVA BATALLA


La espada del Cid 
envuelta en nueva  batalla

“Cosas veredes, mío Cid”, es una frase que dicen nunca le fue dicha al Cid, ni tampoco por Don Quijote a Sancho aunque también le atribuyan aquello de "Cosas veredes, Sancho, que harán hablar las paredes", pero unos cuantos siglos después podría repetirla el propio Cid a su famosa espada Tizana:  «Cosas veredes, Tizana, ¡quién te iba decir que se llegara  pagar por ti más de un millón y medio de esas monedas que llaman euros y que han de valer mucho más que todos los dinares que a mi pagaron los jeques árabes por los que combatí!»

Porque casi un milenio después, en 2007, Tizana fue vendida a la Junta de Castilla y León en un millón seiscientos mil euros. Y al tratarse de algo que perteneció al Cid y, más aun, de la propia espada con la que también se dice que  ganara batallas después de muerto, la venta dio lugar a una batalla que ha sido declarada “tablas” por un juez madrileño. He aquí la historia según la narra La Razón, de Madrid:

El marqués de Falces, José Ramón Suárez de Otero, ha sido condenado a pagar 750.000 euros a los herederos de su tío, Pedro Velluti, el anterior marqués de Falces, cantidad que corresponde a la mitad de lo que cobró en 2007 por la venta de la Tizona, la espada del Cid Campeador.

Los herederos actuales de Pedro Velluti son las tres hijas de Salustiano Fernández Suárez, un pescador de Luarca (Asturias), y su esposa, Jacinta Méndez, quienes cuidaron del marqués durante cerca de treinta años, los últimos diez en Gijón, donde falleció en 1986. Y el marqués, que era invidente y soltero, les hizo herederos universales tras haber sufrido el abandono de su única hermana. Entre esos bienes estaba la espada del Cid, depositada por la firma conjunta de Pedro Velluti y su hermana Olga desde los años setenta en el Museo del Ejército de Madrid.

Cuando el título de marqués de Falces pasó a un sobrino de Pedro Velluti, José Ramón Suárez de Otero, éste realizó gestiones para vender la espada a algún organismo oficial español. La venta de la Tizona se llevó a cabo, finalmente, en 2007 por 1,6 millones de euros. La Junta de Castilla y León, con capital aportado por empresarios de Burgos, adquirió por esa cantidad la espada al actual marqués de Falces.

Fue entonces que la familia de los cuidadores del marqués se enteró de que la espada era parte del legado familiar y de que podía tener un valor elevado, y el asunto llegó en noviembre a los juzgados madrileños, donde la familia asturiana reclamó y ahora ha obtenido la mitad de ese dinero, 750.000 euros, aunque contra la sentencia cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Madrid. La sentencia, dictada por el juzgado de primera instancia 72 de Madrid, da la razón a la familia, que reclamaba esta cantidad por considerarse propietaria de la mitad de la Tizona.

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