Por Emilio A. Cosío
¿Un año de más... o de menos? Ambas cosas.
¿Que se va o que viene?... Pues la verdad es que ni se va
ni viene. Somos nosotros los que nos vamos y venimos.
Pero ¿Qué más da? Yo siempre creí que el año viejo se
iba con un palito y un bultico con sus harapos, al mismo tiempo que llegaba el
nuevo, siempre un niñito. Pues te digo
que no se va, que eso es un cuento, porque el año pasado pasé frente a un espejo y lo vi.
Y lo peor
del caso es que tiene afinidad conmigo porque no hay forma de que me mire al
espejo y no lo vea. En cambio, al niñito
no lo veo por ninguna parte.
Creo que la solución es quitar los espejos y creerme que soy un viejo verde.
Creo que la solución es quitar los espejos y creerme que soy un viejo verde.
Emilio siempre vigente.¡Cuanto se le extraña!
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