NACIONAL DE CUBA
El primer partido político de Cuba que llevó el nombre de “Partido
Liberal” surgió en la época de la colonia. En el
año de 1878, y aprovechando las escasas libertades reconocidas por el Pacto del
Zanjón, los antiguos reformistas, con la colaboración de algunas importantes
personalidades de la guerra del 68, crearon
el Partido Liberal, poco después llamado Partido Liberal Autonomista.
Sociológicamente fue el partido de las clases medias insulares:
abogados notables, médicos, profesores, hacendados medios, salvo alguna excepción.
Las principales figuras fueron abogados y ello se reflejó tanto en la provisión
de buenos oradores como en el carácter técnico-jurídico que prevalece en sus
principales textos.
En su dirección se destacan conocidos intelectuales: abogados, periodistas, historiadores, economistas y
oradores como José María Gálvez, Eliseo Giberga, José Antonio Cortina y Rafael
Montoro. El autonomismo buscado por este
partido llegó a su fin al finalizar la Guerra Cubano-Hispano-Americana y
proclamarse la República de Cuba.
Lo que sigue es
parte de un artículo publicado por Marcos Antonio Ramos hace ya algunos años en
el Diario Las Américas, en el que se refiere específicamente, al Partido
Liberal con más historia en la política cubana, sin nigún nexo o relación con
el Partido Liberal autonomista de la Cuba colonial.
Alfredo Zayas |
Pero no sería hasta el 25 de abril de
1905 que los partidarios de Zayas en el Partido Liberal Nacional y los del
general José Miguel Gómez en el Partido Republicano Conservador de Las Villas,
así como integrantes del llamado “Grupo Masoísta” y los “Liberales
Independientes” de Oriente se unirían para hacer surgir definitivamente el
Partido Liberal, del que también serían fundadores el General José Lacret y Orestes Ferrara.
Así quedaron unidos sus caudillos
históricos José Miguel y Zayas, sin olvidar personalidades tan importantes como
Juan Gualberto y otros. El 23 de mayo se proclama la candidatura presidencial
de José Miguel Gómez, acompañado para la vicepresidencia por Alfredo Zayas. El
generalísimo Máximo Gómez, deseoso de oponerse a la reelección del presidente
Tomás Estrada Palma promueve la fundación del partido, destinado a convertirse
en el de mayor duración en pleno funcionamiento y con el mismo nombre hasta
1959.
A Estrada Palma, acompañado por
Domingo Méndez Capote, candidatos del Partido Moderado, se enfrentan Gómez y
Zayas, pero el día anterior a los comicios para las Juntas de Escrutinios,
previas a la elección general, es muerto a tiros en la ciudad de Cienfuegos el
representante liberal Enrique Villuendas. No entraremos de lleno en esa vieja
polémica. En tal ambiente la Convención Nacional Liberal presidida por Zayas
acuerda el retraimiento en las elecciones del primero de diciembre de ese año
(1905). Al celebrarse los comicios se informa de una votación efectiva de
327,974 de un censo electoral de 429,730. Según esos datos, la candidatura
Estrada Palma-Méndez Capote obtiene 306,874 sufragios. Solo los aspirantes del
Partido Moderado y algun independiente obtienen cargos por eleccion en medio de
acusaciones de “copo” de fraude.
Algunos liberales elegidos en las
elecciones inmediatamente anteriores, es decir, las parciales del 1904,
solicitan la nulidad de los comicios y se entrevistan con el honrado Don Tomás,
que rechaza la proposición. Generoso Campos Marquetti le dice claramente al
señor Presidente…”la única vía que resta a los liberales es la de pronunciarse
en armas frente a la impuesta reelección”. Se van creando, pues, las
condiciones para el alzamiento que algunos llamarían “la guerrita de Agosto”.
Después de actividades tan poco
recomendables como la destitución por el gobierno central de los 32 alcaldes
liberales, se inicia la rebelión el 19 de agosto de 1906. Entre los liberales
que pierden la vida está el legendario combatiente por la Independencia Quintín
Banderas, uno de los primeros en unirse al alzamiento. Al ser capturado,
solicita ser fusilado, pero la Guardia Rural se decide a machetearlo y es
enterrado, completamente desfigurado, en el cementerio habanero, sin honores
militares.
En definitiva, la administración se
vio perdida ante el avance de los liberales y el enorme apoyo popular de que
disfrutaban entonces y después. El 13 de septiembre de 1906 llegaron a La
Habana los acorazados estadounidenses “Denver” y “Des Moines”. El Departamento
de Estado había designado como “Comisionado de Paz” a William Howard Taft,
Secretario de la Guerra, acompañado de Robert T. Bacón, subsecretario de
Estado. Con el tiempo, Taft sería presidente de Estados Unidos (1909-1913). En
aquellos días tenía vigencia todavía la “Enmienda Platt”, pero fueron los
mismos cubanos los que propiciaron su utilización, ¿cómo negarlo?
Estrada Palma renunció el 28 de
septiembre, ya había logrado la renuncia del vicepresidente Méndez Capote y del
Consejo de Secretarios. El 29 de septiembre de 1906 se iniciaría la Segunda
Ocupación o Segunda Intervención de Estados Unidos en Cuba. El propio Taft
asumiría inicialmente las responsabilidades del gobierno hasta que se haría
cargo del mismo la persona escogida, Charles Magoon, quien regiría Cuba a
nombre del Presidente de EE.UU. hasta el 28 de enero de 1909 cuando el gran
caudillo liberal, José Miguel Gómez, asumiría la Presidencia.
Así pasan tantos centenarios
olvidados. El del gran Partido Liberal de mis mayores, fundado finalmente en
abril de 1905 y el de la Guerra de Agosto de 1906… ¿Por qué acudimos tanto a la historia?
Según Don Miguel de Cervantes, ella es “émula del tiempo, depósito de las
acciones, testigo de lo pasado, y ejemplo y aviso de lo presente y advertencia
de lo por venir”.
Hasta
aquí el artículo de Marco Antonio Ramos relatando al detalle los primeros
años del Partido Liberal Nacional de
Cuba. Prometemos para un futuro enfocar el
devenir de este partido hasta su disolución definitiva.
En
los actuales días regidos por la dictadura castrista, entre los movimientos
clandestinos que a ella se oponen ha surgido un grupo que se auto titula
Partido Liberal, el cual tampoco tiene
relación alguna con los anteriores Partidos Liberales que le han precedido.
Fuentes:
http://www.orestesferrara.com
Magníficos datos de la historia cubana de la que poco recordamos, porque unos por que no la vívimos y a otros se le ha ido en el recuerdo. Y si no se mantiene la perdemos, porque quien se va a ocupar de enseñarle a la generación futura, si el 20 de Mayo hay muchos de las últimas generaciones de cubanos que no lo conocen.
ResponderEliminarGladys Gutiérrez.