Claude Debussy
Perdido, prácticamente ignorado
entre las noticias de la actualidad cultural, pasa hoy el sesquicentenario del
nacimiento de un gran músico: Claude Debussy.
Claud-Archille Debussy
nació en Saint-Germain-en-Laye, Francia, hace hoy ciento cincuenta años, el 22
de agosto de 1862. Fue, junto
con Maurice Ravel, una de las
figuras más prominentes de la música impresionista. Debussy es uno de los más
importantes compositores franceses y una figura central en la música europea de
finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX.
Era hijo
de Manuel-Achille Debussy y Victorine Manoury. Su padre regentó una tienda de
porcelana y más tarde trabajó en una imprenta. Llegó a capitán de la guardia
nacional al servicio de la Comuna y fue
condenado por ello a cuatro años de prisión, de los que cumplió el primero.
Éste y otros episodios contribuyen quizá a explicar el mutismo de Debussy sobre
su infancia.
Aunque en
ocasiones se ha calificado a sus padres de modestos empleados sin ambiciones
culturales o impulsos artísticos, esta idea no parece cierta. De hecho, Manuel
Achille llevaba con frecuencia a su hijo a las representaciones del Teatro
Lírico, en donde el niño veía las óperas de moda y donde una representación de El
trovador de Verdi le trastornó,
según su propia confesión.
Su estudios de música los comenzó en Cannes. De
allí a París, a su famoso Conservatorio. Surgieron sus primeras composiciones y
luego marchó a Italia. Su estancia allí estuvo marcada por varias enfermedades,
una casi nula productividad compositiva y, en contraste, el encuentro con
muchas obras literarias y artísticas. Leyó
a Beaudelaire, Vernaine, Mallarmé… y sus
composiciones de la época revelan esas influencias literarias.
Noctámbulo y asiduo a los ambientes de café, de
escasos recursos económicos y con variados problemas personales, Claude Debussy
atravesó periodos de depresión y otros de auge y notoriedad pública. El
progresivo distanciamiento de sus padres o la ruptura de su compromiso con
Thérèse Roger (la intérprete que estrenó «La Démoiselle élue» y «Proses
lyriques») no impidieron su ritmo de trabajo febril. Así, de 1892 a 1894 datan
sus creaciones más reveladoras, todas para orquesta.
En
1894 se estrenó su Preludio a la siesta
de un Fauno basado en un poema bucólico
de Mallarmé que también fue ilustrado
por el pintor impresionista Manet.
El
tríptico sinfónico La mer supuso un nuevo salto adelante en el
desarrollo de su estilo y un alejamiento de la estética de su ópera Péllea et Mélisande, que no todos sus seguidores comprendieron ni
aceptaron. Fue compuesto en 1903, si bien no lo terminó hasta 1905.
La Mer, junto a “La Siesta del Fauno” y sobre todo el
conocidísimo “Claro de Luna”, son tal vez
las obras musicales de Claude Debussy que más han trascendido en popularidad a
través del siglo y medio que ya data de su nacimiento.
En 1909 le diagnosticaron un cáncer que acabaría
con su vida 9 años después. Murió el 25 de marzo de 1918, a cuatro días del
comienzo de una poderosa ofensiva de los alemanes en Arrás, 150 km al norte de
París en los inicios de la Primera Guerra Mundial.
Fuentes: http://labellezadeescuchar.blogspot.com
wikipedia.org
wikipedia.org
El
célebre Claro de Luna de Debussy es una de las cuatro piezas que conforman la
Suite Bergamasque, si bien el proyecto inicial, de 1890, no la contemplaba. En
una revisión muy posterior, en 1905, Debussy sustituyó dos de las cuatro piezas
originales. El Claro de Luna es uno de estos reemplazos y posiblemente la pieza
que terminó por hacer popular a la suite completa.
La versión es del pianista estadounidense Thomas Labé:
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