Fundación del colegio de los Hermanos Maristas de Camagüey
En el transcurso del año 1935 fue tema frecuente entre los HH Maristas radicados en la Perla de las Antillas la fundación de un nuevo colegio. El legendario Camagüey parecía ser en la mente de los Superiores del Instituto, el lugar seleccionado para la nueva Obra. La idea persistía, constituyendo la nota más saliente entre las diversas comunidades.
En el mes de agosto todos los profesores son convocados para los Ejercicios Espirituales de San Ignacio que tuvieron lugar en el Colegio Internado que la Congregación Marista poseía en la Perla del Sur [la ciudad de Cienfuegos]. De todas las conversaciones entre los Ejercitantes el día de la apertura el tema era éste: ¿Quién será el director de la Fundación camagüeyana?
Por la tarde las lenguas enmudecieron y las imaginaciones, debidamente controladas, no salieron del espiritual recinto ignaciano hasta el 15 de agosto, fiesta de la Asunción de Ntra. Señora, y clausura de los santos Ejercicios. Se reanudaron las conversaciones paralizadas durante ocho días y de nuevo surgió la curiosa interrogación: ¿Quién será el seleccionado para enarbolar la bandera Marista en la Ciudad Prócer?
Entre dimes y diretes llegaron las 2:30 PM. Tarde memorable en la cual, reunidos en plena asamblea todos los HH Maristas de la Isla, presidida por el Rev. Hno. Provincial, éste proclamó con beneplácito de todos los presentes al Rev. Hno. Víctor Anastasio como director de la reciente fundación, y como colaboradores suyos a los HH. Macario y Braulio para iniciar y llevar adelante una obra exclusivamente educacional: abnegación y celo. Tres columnas sólidas sobre las cuales descansaría el pabellón Marista enarbolado con entusiasmo en la segunda quincena del mes de agosto de 1935.
En general, la noticia del establecimiento de la nueva escuela fue recibida con grandes muestras de aprecio, tanto por parte de las Autoridades Eclesiásticas como por las Escolares, Cívicas y Militares.
El 28 de agosto se abrió la matrícula en un edificio de dos plantas situado en la parte más céntrica de La Vigía, siendo los primeros alumnos matriculados Rosendo García García, Fernando Artola Barreto y Orestes Domínguez Montalván. Aunque se hicieron algunas reparaciones al local de madera que tenía capacidad para recibir inmediatamente unos 200 alumnos, el aumento de la matrícula fue tan considerable en los cursos inmediatos, que se pensó en un local más amplio y de mejores condiciones.
La obras de Dios suelen tener como base pruebas y contratiempos. En ésta no faltaron. Todo caminaba sobre cuatro ruedas, cuando la pálida muerte visitó de improviso a la feliz Comunidad compuesta a la sazón de 8 hermanos. Con ímpetu despiadado, arrebató el 10 de noviembre a uno de sus jóvenes miembros, al H. León (q.e.p.d), profesor de 2º grado. Fue grande la pena producida entre profesores y alumnos ante esa prueba, pero quedó mitigada al pensar que un protector más se interesaría por ellos en el Cielo.
Las gestiones que con actividad se empezaron a realizar para conseguir terreno donde fabricar el nuevo local, se vieron coronadas con el más lisonjero éxito. En la parte céntrica del barrio de La Vigía, frente a la Avenida de los Mártires, tuvimos la suerte de encontrar lo que deseábamos: amplio espacio para construir y extenso campo de deporte.
El 2 de enero del año 1942 tuvo lugar la bendición y colocación de la primera piedra del nuevo edificio, ceremonia que con solemnidad extraordinaria se llevó a cabo por el Ilmo. Señor Obispo Mons. Dr. Enrique Pérez Serantes, en presencia de profesores, alumnos y gran número de familiares.
El señor Ingeniero Claudio Muns Blanchart fue quien diseñó los planos del nuevo edificio, y el señor Cándido Alvariñas, el Maestro de Obras que lo secundó en la ejecución.
Quiero hacer constar que el alma de la obra fue el activo Hno. Joaquín María, ya que gracias a él, en el mes de septiembre contaba Camagüey con un amplio centro de educación dotado de los adelantos modernos, donde muchas generaciones se hubieron de formar para luchar por Dios y por la Patria. La inauguración oficial tuvo lugar en el mes de noviembre.
He aquí cómo el periódico local “El Camagüeyano” narró dicho acto:
“Antier domingo tuvo lugar la inauguración del gran colegio Champagnat de los Hermanos Maristas. Acto que congregó lo más granado de nuestra sociedad. Con gran solemnidad se bendijo el nuevo y bello edificio del Colegio Champagnat. Desde muy temprano, a las 7 de la mañana, comenzaron los actos que con motivo de la inauguración se llevaron a cabo por el Ilmo. Señor Obispo Dr. Enrique Pérez Serantes. Se bendijo el Colegio y acto seguido se llevó a cabo la entronización del Sagrado Corazón de Jesús, develación de la estatua en el patio de honor a los acordes del Himno del colegio Champagnat, bendición de la Estatua y consagración. Momentos después se celebró en el mismo patio de honor, una Misa de Campaña que fue oída con verdadera devoción y reverencia por todos los asistentes.
Alrededor de las 8 y media, se procedió a izar la Bandera Nacional a los acordes del Himno, ejecutado por la Banda de Música del Regimiento No. 2 Agramonte bajo la dirección del 2º Teniente Pedro Moyans. La enseña tricolor fue izada por el Teniente Coronel López Jorge, Jefe del Regimiento No. 2 Agramonte, teniendo a su lado a su distinguida esposa Teresa Suárez, y a su ayudante Capitán Ricardo Pérez Barnat.
Realizado el acto de izar la Bandera, los alumnos marcharon en correcta formación al campo de deportes, bajo la experta dirección de su instructor Domingo Basante, Sargento del Ejército Constitucional. La concurrencia pudo entonces admirar a los alumnos del Colegio, quienes ejecutaron, con intachable precisión, ejercicios calisténicos hermosísimos, a los acordes de la Banda del Regimiento No. 2 Agramonte.
En este acto hizo uso de la palabra el doctor José A. Agüero Ferrín, Director del Instituto de Segunda Enseñanza, quien con palabra elocuente dijo lo que representaba la inauguración de este bello edificio, teniendo frases de encomio para los Hermanos Maristas. Después se llevó a cabo el emocionante acto del Canto y Jura de la Bandera, y acto seguido una exhibición de natación en la espléndida piscina del Colegio.
El Edificio es una verdadera joya de arquitectura del Ingeniero Claudio Muns. Muy bien distribuidas las aulas y con perfecta ventilación. Además tiene magníficos campos de sports, en donde se practicarán entre otros deportes, el base ball, balón pie, y baloncesto, que dan oportunidades al alumnado de hacer buena la frase latina : MENTE SANA EN CUERPO SANO”.
El curso de 1941-1942 señaló el mayor aumento anual en la matrícula escolar desde la fundación del Colegio. Al finalizar este curso, el Rdo. Hno. Víctor cesó del cargo de Director del Colegio. Su labor al frente del Colegio Champagnat fue extraordinariamente fecunda, la matricula había rebasado el número de 300 y sobre todo gracias a su feliz actuación fue posible la instalación del Colegio en un espléndido local que reunía condiciones inmejorables y cuantos adelantos pueden encontrarse en los más modernos centros de enseñanza.
El querido H. Víctor gozaba de grandes simpatías en la ciudad de Camagüey y era sobre todo apreciadísimo por todos los alumnos del Colegio y sus familiares. Por eso, su partida fue hondamente sentida.
Le sustituyó en el cargo el Rdo. Hno. Eusebio, quien prosiguió trabajando con celo infatigable y muy eficazmente por cierto, en la continuación y desarrollo de la obra de su digno predecesor el inolvidable Hno. Víctor.
Con el favor de Dios y la protección de la Virgen María, Patrona del Colegio, siguió éste su no interrumpida marcha ascendente y esperamos, fiados en la ayuda de tan augustos protectores, seguirá así en los años venideros, para la mayor gloria de Dios, honor de María y provecho de la querida juventud camagüeyana.
Colaboracion del AA de Camagüey Fermín Piedra, Revista Marista Camagüey, Memorias 1943-1944.
Reproducido de http://www.siempremarista.com/
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