15 de noviembre de 2011

CURIOSIDADES DE LA REALEZA

Curiosidades de la realeza


***Se dice que la nobleza es de sangre azul porque al no realizar tareas en el campo los nobles no tenían la piel morena y a través de su blanquísima piel las venas parecían llevar sangre azul.

***Se dice que el rey Gustavo III de Suecia estaba tan convencido de que el café era un veneno, que para demostrarlo ordenó a un reo tomar café todos los días y a otro tomar té. El experimento, que fue seguido por una comisión médica, fue un fracaso: los primeros en morir fueron los médicos, después el rey, muchos años más tarde el condenado a beber té y por último el bebedor de café.

***Se dice que Hierón, rey de Siracusa (actual Sicilia), sospechando de un orfebre que le había hecho una corona, le pidió a Arquímedes que demostrara si dicha corona era de oro puro o adulterado, sin dañarla de ningún modo. A Arquímedes no se le ocurría cómo hacerlo, hasta que un día, al meterse en el baño y observar cómo subía el nivel del agua y se desbordaba la bañera exclamó "¡Eureka!", que significa "¡Lo encontré!", y salió a la calle desnudo gritándolo. Su idea era medir el agua desplazada por la corona y luego el agua desplazada por un peso igual de oro.

***A pesar de que todos hemos visto relojes con números romanos, pocos nos hemos percatado de que en muchos de ellos el número 4 no está escrito como debe ser: "IV", sino "IIII". Se dan varias razones, como que es en memoria de un relojero suizo que fue ejecutado por equivocarse al hacer un reloj, o porque  Luis XIV, rey de Francia, prefería IIII sobre IV.

***Cuando murió Isabel I de Rusia, apodada la Clemente, en 1762, fueron hallados 15.000 vestidos. Acostumbraba cambiarse de ropa dos, e incluso 3 veces al día. También era muy supersticiosa. Hizo demorar la declaración de guerra a Federico II de Prusia porque una mosca se posó sobre el borrador de la declaración, provocando un borrón de tinta.

***En la corte de Luis XV de Francia, apareció la figura del portacorbatas, un criado cuyo único cometido era abrocharle y desabrocharle la corbata al rey.

***Se dice que un par de banquetes reales costaban a la reina Isabel La Católica tanto como costó patrocinar el primer viaje de Colon al nuevo mundo.

Reproducido de http://www.cienciapopular.com

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