LA PRODUCTIVA ADICCIÓN A LAS DEMANDAS

La productiva adicción a las demandas

Karen Kraushaar, es la primera mujer que desveló una demanda de acoso sexual por parte del Herman Cain, candidato republicano a la nominación presidencial en las próximas elecciones, hecho supuestamente ocurrido cuando trabajaba en su empresa. Logró alcanzar un acuerdo confidencial por $45 mil dólares para resolver esa reclamación, según reveló The New York Times.

Herman Cain declaró que todo lo que podía recordar era haber hecho un gesto intrascendente hacia Kraushaar cuando ambos estaban en su oficina con la puerta abierta y la secretaria fuera. Cain declaró a CNN en una entrevista: «me referí la estatura de esa dama cuando estaba de pie cerca de ella y dije que era de la misma estatura que mi esposa, porque ella tiene 5 pies de alto y me llega hasta el mentón. La señora Kraushaar tiene también 5 pies de altura y llega hasta mi mentón». Obviamente ella pensó que estábamos demasiado cerca para sentirse confortable y así lo hizo constar en el alegato.


Tras el acuerdo en el verano de 1999, Kraushaar abandonó su puesto en la Asociación Nacional de Restaurantes (NRA) y solicitó una plaza del Departamento de Justicia, donde laboró hasta el 2003, cuando pasó a desempeñarse en la oficina de comunicaciones del Departamento del Tesoro, oficina federal en que actualmente trabaja.

Sin embargo, según reportes recientes, durante su paso por el Departamento de Justicia ya Kraushaar había estado envuelta en otra reclamación interna por un incidente laboral. Para ello contó con la asistencia legal de Joel Bennett, el mismo abogado de Washington que llevó su caso de demanda por acoso sexual contra Cain.

Ex supervisores del Departamento de Justicia citados por la Associated Press dijeron que ella había presentado una queja por trato injusto en su ámbito laboral por parte de su jefe inmediato. La reclamación fue presentada bajo las alegaciones de que debió permitírsele trabajar desde su casa tras sufrir un serio accidente automovilístico a comienzos del 2002, y de que fue víctima de un mensaje difamatorio con contenido sexual por parte de un superior.

La demanda fue manejada internamente y Kraushaar recibió en compensación un ascenso en la escala laboral que implicó el incremento de su salario en unos $16 mil dólares, y una beca de superación por un año en la Escuela Kennedy de la Universidad de Harvard. «La preocupación fundamental es que había sido discriminada y tratada injustamente en mi puesto de trabajo», dijo ella tras ser interrogada por este caso.

Fuentes:

abcnewsradioonline.com

cafefuerte.com