Las Damas de Blanco en Harvard
Anoplan Ponce
Diario Las Américas
….Cuando Alissa Del Riego, una jovencita cubanoamericana de Miami, le comunicó a sus padres hace poco más de dos años que había sido aceptada por la Escuela de Derecho de la Universidad de Harvard, ellos pusieron el grito en el cielo. No imaginaban a su hija estudiando rodeada de una élite tan liberal y temían su influencia en ella, razón por la cual hubieran preferido otro centro de estudio. Sin embargo, no debieron preocuparse. Alissa junto a otra joven cubanoamericana compañera de estudios, Adrianna C. Rodríguez, acaba de publicar en el Volumen 24 del prestigioso Harvard Human Rights Journal, un exhaustivo documento magistralmente presentado, rico en datos y detalles titulado, “Damas de Blanco: La pacífica marcha contra la represión en Cuba y en Internet.” El hecho de que tan aclamada publicación diera acogida a este documento atesta de su integridad y validez y de la encomiable labor de estas muchachas.
Hay que destacar que ninguna de las dos nació en suelo cubano, la conexión con esa tierra es emocional, sanguínea. Los padres de Alissa, a quienes conozco desde hace muchos años, tuvieron que abandonar la tierra sobre la cual ella hoy escribe en muy tristes circunstancias. Eduardo Del Riego fue uno de los tantos niños cuyos desesperados padres subieron a un avión con solo seis años de edad junto a su hermanito mayor y enviaron a los Estados Unidos al principio de los años 60 en el programa Pedro Pan. Ambos fueron colocados por una agencia católica en el hogar de una familia norteamericana, y con ellos vivieron hasta que pudieron reunirse de nuevo con sus padres muchos años después.
Liliam Del Riego salió de Cuba con su abuela, también en los años 60, en medio del frenesí que envolvió a los padres en aquel entonces por salvar a sus hijos del comunismo. Cuando se hizo una jovencita abriose paso por ella misma costeándose sus estudios universitarios y era ya una mujer casada cuando volvió a ver a su madre.
Lejos estaban de imaginar ninguno de los dos cuando nació su pequeña hija que un día ella llevaría a un foro tan importante la lucha interna por la libertad de la tierra que tuvieron que abandonar cincuenta años atrás. Poco podían imaginar que a través de los años anidaba y tomaba raíces en el corazón de su pequeña, el constante hablar diario en el hogar sobre aquella isla de la cual ambos solo tenían escasos recuerdos, de su música, de su historia y los sicarios que lo usurparon todo.
Por eso cuando tuvieron que escribir un documento como parte de los requerimientos para graduarse en leyes de Harvard, Alissa y Adrianna oyeron el grito tribal de la sangre y escogieron el tópico más cerca de su corazón y con el cual se identifican plenamente: la lucha de la disidencia interna por la libertad de Cuba personificada en las corajudas Damas de Blanco. Con esta acción, las jóvenes han prestado un servicio incalculable a los cubanos que ansían ser libres porque han llevado su mensaje al mejor foro: una prestigiosa universidad norteamericana donde abundan las falacias izquierdistas y el chacal de Cuba es visto por muchos como un héroe. Escrito en impecable inglés, el mensaje traspasa la barrera étnica para entrar en el infinito anglosajón donde se hacen y promulgan leyes y se cambian opiniones públicas. ¡Bravo por Alissa y Adrianna!..
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