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NO PIERDA EL PRÓXIMO CAPÍTULO
Elsa M. Rodríguez
Hay quienes se
pegan delante de un televisor y se ven al día un promedio de dos o tres
tele-novelas, en las cuales suceden cosas que muchas veces consideramos
absurdas, tales como que "el malo" o "la mala" sean
malísimos, así como "el bueno" o "la buena" sean casi
ángeles.
La vida real tiene
a veces cosas que podrían servir de tema para estos culebrones de la
televisión. Sin ir más lejos, tenemos el caso del que fuera Presidente del
Fondo Monetario Internacional, desde Septiembre 20 de 2007 hasta Mayo 18 de
2011, el economista, abogado y político francés de 62 años, Sr. Dominique
Strauss-Khan, cuando se vio precisado a renunciar a su puesto, debido a la
denuncia de una empleada de limpieza y mantenimiento de habitaciones del Hotel
Sofitel en Nueva York, quien le acusó de un ataque sexual.
Recientemente
hemos leído que aparentemente esta empleada no está muy clara pues han
descubierto conversaciones de la misma con otra persona en la cual se refería a
Strauss-Kahn como alguien a quien ella "podía manejar". También se ha
descubierto que mintió para acceder a obtener el permiso de residente en
Estados Unidos.
De cualquier forma
y debido al enorme escándalo mediático que se formó por este caso, Strauss-Kahn
ya tuvo que renunciar a su puesto y no solamente ésto sino que a él, quien se
perfilaba como posible candidato a la presidencia de Francia en 2012 contra el
actual presidente Nicolás Sarkozy, puede que este asunto del ataque sexual se
le convierta en un factor en su contra.
Ahora, desde el 5
de Julio, tenemos un nuevo presidente del FMI, la Sra. Christine Lagarde, quien
afortunadamente no bebe alcohol y a la cual ya le hicieron firmar un monton de
papeles sobre los "estándares de conducta aplicables al personal del
FMI", así que es probable que ella no cometa errores parecidos a los que
se le imputan a Strauss-Kahn, o se cuide mucho para que no parezca que se
cometen.
Mientras esto
sucede, la novelista francesa Tristane Banon, sale ahora a la palestra,
diciendo que hace un montón de años Strass-Kahn también la violó. De modo que
esta novela sigue y tendremos que estar pendientes del desarrollo del próximo
capítulo, que parece estará tan emocionante como el anterior. Y mientras este
novelón nos entretiene, la economía en todo el mundo está por los suelos.
Elsa M. Rodríguez
Hialeah, FL
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