5 de abril de 2011

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Un joyero cubano y Elizabeth Taylor


MIAMI, Florida - Corría el año 1958 y el joven cubano Roberto González Rubio, joyero desde que tenía 14 años, llegó a Los Angeles en busca de trabajo.

Mientras, la 20th Century Fox ultimaba los detalles para comenzar la filmación de la película Cleopatra son un presupuesto de $2 millones de dólares, las primeras negociaciones fracasaron, y firmaron a Elizabeth Taylor por $1 millón de dólares para el papel principal, siendo el mayor contrato registrado hasta ese momento.

El papel de Julio César recayó sobre Rex Harrison y seleccionaron a Richard Burton para interpretar a Marco Antonio.

La filmación comenzó en 1960 en Londres y Elizabeth Taylor enfermó durante la misma, siendo llevada al salón de emergencias donde se le practicó una traqueotomía para salvarle la vida, cuya cicatriz es visible en algunas escenas de la película.

Durante la filmación, ella y Richard Burton comenzaron lo que en su momento se llamó el Romance del Siglo.

La compañía terminó gastando $44 millones (el equivalente a $295 millones actuales), lo que convirtió esta película en la tercera más cara que se ha producido en el mundo, y la segunda película más cara en Estados Unidos después de Piratas del Caribe 3: En el Fin del Mundo, cuyo presupuesto fue de $300 millones de dólares en 2007.

El elevado gasto se produjo en parte debido a la elaboración ostentosa del film, con complicados decorados (que tuvieron que ser construidos dos veces) y con el abundante vestuario (la protagonista lucía 65 vestidos) complementados con joyas de la época, entre ellas, un collar de esmeraldas y brillantes que encargaron a la joyería Tiffany and Company de Los Ángeles.

Mr. Smidth, joyero alemán de Tiffany,  solo había completado una pulgada del collar el día que Roberto entró al famoso establecimiento buscando trabajo.

- "Eres muy joven, no puedes tener experiencia para trabajar aquí", le dijo Mr. Smidth a Roberto.

- "Póngame a prueba, permítame que le demuestre lo que puedo hacer", reiteró el entonces joven joyero.

Le encomendaron continuar la confección del collar y, horas más tarde, Roberto había completado la segunda pulgada de la joya. De inmediato lo contrataron con el alto sueldo -para la época- de $12 por hora.

En pocos días terminó la prenda, y cuando Elizabeth Taylor fue a recogerla personalmente, quiso saludar al joyero que había terminado el trabajo. Los compañeros de trabajo habían apodado a Roberto como "Charlie", pues decían que se movía como Charlie Chaplin.

- "Charlie, Elizabeth Taylor quiere conocerte", dijo Mr. Smidth a Roberto.

Elizabeth Taylor saludó a Roberto, le preguntó de dónde provenía, le dio las gracias por el bello trabajo y se despidió diciéndole que pronto sabría de ella. Días más tarde, una asistenta le llevó un sobre a con $500 dólares y una tarjeta para un automóvil de ese año, firmada por la actriz.

Roberto, hermano del conocido locutor y periodista de WQBA 1140 AM, Eduardo González Rubio, trabaja hoy en una joyería en Miami y ha recibido muchos premios y honores por su trabajo a través de los años, incluyendo una Proclama del Condado Miami-Dade.

Recibido de Marta Carbonell

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