17 de marzo de 2011

EL DIA DE SAN PATRICIO

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Hoy los bares en Irlanda se llenan de gente dispuesta a chocar sus vasos llenos de buena cerveza por la festividad su santo patrono: San Patricio. El símbolo nacional estará presente en todos lados: habrá tréboles decorando las caras de quienes salen a divertirse, los grandes sombreros con sus hebillas de oro colmarán el ambiente y, como cada año, el escenario será exclusivamente verde.

Durante cinco días, Dublín, la capital irlandesa, está de fiesta. El eje central son los desfiles que recorren el centro de la ciudad, pero también los fuegos artificiales con los que se cierra el festival son famosos por ser de los más impresionantes en Europa. El dinamismo y el bullicio son la norma de este festival, marco en el que se desarrollan más de 60 espectáculos diferentes destinados tanto a un público familiar, como a jóvenes y adultos.

¿Qué significa San Patricio para los irlandeses?

La vida de San Patricio está íntimamente ligada a la historia de Irlanda, San Patricio fue un misionero considerado protagonista y responsable de la introducción del cristianismo en la Isla. Allí murió el día que hoy está dedicado a su memoria, entre los años 461 y 464. Hoy en día es también una fiesta para reforzar el orgullo de ser irlandeses, y una buena excusa para juntarse con amigos a tomar una cerveza.
  
¿Y por qué el trébol?

San Patricio fue un evangelizador y un buen catequista. En un momento se enfrentó a la necesidad de explicar qué era la Santísima Trinidad. Para ilustrar su respuesta tomó un trébol, una sola hoja que es tres cosas a la vez. El trébol es el símbolo del santo y, especialmente, del 17 de marzo.

Como las fiestas comienzan bastante temprano, alrededor de las siete de la tarde ya podemos encontrarnos con borrachos en algunas esquinas, gente que, como dicen allá, «ahoga el trébol». El exceso de alcohol es la contrapartida de un festival que, a fin de cuentas, también lo tiene como protagonista.

San Patricio y los duendes

Cuenta la tradición irlandesa que, tras haber fundado su primera iglesia y haber llevado a cabo varios milagros, la fe cristiana comenzó a ganar adeptos en Irlanda. Los druidas (sacerdotes de los dioses paganos) vieron eso con alarma e invocaron una tropa de duendes (personajes mitológicos) a los que enviaron a la iglesia con tal de hacer la vida imposible a San Patricio y a los desertores, ahora cristianos.

Los feligreses comenzaron a quejarse de que los duendes no los dejaban rezar y hacían un sinfín de desmanes en el templo, por lo que San Patricio decidió hacerles frente, sabiendo que era obra de los druidas. Una vez dentro del templo, los emplazó con las siguientes palabras: «En nombre de Dios Todopoderoso yo los expulso, espíritus impuros», y fue así como San Patricio desterró a los duendes de la iglesia.


 El leprechaun

El más popular de los muchos duendes irlandeses es el leprechaun, una criatura que habita en los bosques de Irlanda, siendo parte de su folclore y su mitología. Se dice que habitan allí junto con otros seres legendarios desde mucho antes de la llegada de los celtas.

Normalmente adoptan la forma de hombres viejos que disfrutan realizando travesuras. Su oficio es el de fabricar o arreglar zapatos. Se dice que son muy ricos ya que custodian vasijas llenas de tesoros que fueron enterradas en períodos de guerra. Según la leyenda, si alguien logra fijar la mirada sobre un leprechaun, éste no puede escapar pero, en el momento en que se retira la mirada, desaparece. 
Las imágenes modernas del leprechaun suelen mostrar un hombrecillo vestido de verde. Sin embargo, según la tradición era posible verlos vestidos con chaqueta roja de brillantes, botones plateados, calzos azules o marrones, zapatos grandes con hebillas gruesas de plata y sombrero tricornio de copa alta. Su estatura varía entre los quince centímetros y algo más de medio metro, y pueden tener cara traviesa y digna a la vez. Muchos tienen barba y fuman en pipa. Cuando están trabajando suelen usar un delantal de cuero de zapatero y un pequeño martillo con el que fabrican o arreglan diminutos zapatos.

Aparentemente no tratan a sus compañeras hadas mucho mejor que a los humanos, ya que les hacen sólo un zapato, nunca un par completo.

En las regiones del norte de España, de fuerte ascendencia céltica, la versión gallega del leprechaun es el trasno, que se invoca en el tradicional conjuro de la queimada. En las regiones de Asturias y Cantabria se le identifica con la figura del trasgo o trasgu.

Fuentes, Wikipedia y
ilustraciones: Google


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