Mozart,
un genio de la música
Ana Dolores García
Este año marca el 254º aniversario del nacimiento de Wolfgang Amadeus Mozart, en Salzburgo, Austria, el 27 de enero de 1756.
Su condición de niño prodigio le permitió componer sus primeras obras a la edad de cuatro años. A los seis ya tocaba sin dificultad el clavecín, el violín y el clavicordio. Su breve vivir le fue suficiente para pasar a la historia como el más grande compositor de todos los tiempos, sobrepasando, según el criterio de muchos, incluso a Bach y a Beethoven.
Sus padres fueron Johann Georg Leopold Mozart y Anna Maria Perlt. De los siete hijos habidos del matrimonio Mozart solamente dos lograron sobrevivir: Maria Anna Walburga Ignatia (Nannerl) y Johann Chrysostom Wolfgang Gottlieb. Nannerl poseía también un notable talento como ejecutante y compositora. Su padre, Leopold Mozart, compositor y profesor de música, pronto se dio cuenta de las cualidades excepcionales de su hijo y se convirtió en su mentor y maestro.
No dudó en forzar al niño en sus estudios y, con sólo seis años, lo llevó a recorrer Europa mostrando las habilidades del hijo, que causaba expectación en todas sus actuaciones. Emperadores y reyes en Munich, Viena, Versalles, Londres, Italia y Holanda, disfrutaron y aplaudieron sus recitales. El niño prodigio compuso en Londres su primera sinfonía, y en Holanda tocó en el órgano más grande del mundo y escribió su primer oratorio: tenía nueve años de edad.
En 1767 Mozart viajó de nuevo a Viena con su padre y su hermana. Allí escribió sus primeras óperas y también conciertos, sinfonías, misas, oratorios y cantatas. Muy pronto los músicos de Viena comprendieron la amenaza que representaba el talento de aquel niño de sólo doce años, y comenzaron las intrigas… No creían que fuera el verdadero autor de aquellas obras, sino que en realidad estas habían sido compuestas por Leopold. Así las cosas, regresaron a Salzburgo.
En el Vaticano, Wolfgang Amadeus tuvo el privilegio de escuchar una obra de carácter secreto que sólo podía interpretarse en la Capilla Sixtina: el Miserere de Gregorio Allegri. El joven compositor pudo escribir de memoria una versión muy aproximada de toda la partitura. Esto causó tanta admiración en el papa Clemente XIV que no sólo no lo excomulgó, como se sancionaba a aquellos que desobedecían la prohibición, sino que lo nombró, con apenas 14 años, Caballero de la Orden de la Espuela de Oro.
Los años inmediatos los vivió Mozart en Salzburgo, en su antigua posición de Maestro de Conciertos del Principado –ahora con sueldo-, y regido por un príncipe-arzobispo con el que no tenía muy buenas relaciones.
Siguió viajando esporádicamente a Italia, a Viena, -donde conoció a Joseph Hayden-, y a Munich, donde se enamoró de la joven Aloysam, la hija mayor de la familia Weber. Sus amores no fueron correspondidos y en otra oportunidad en que visitara Munich formalizó sus relaciones con una de sus hermanas, Constanze, a pesar del disgusto de Leopold.
Wolfgang Amadeus Mozart y Constanze Weber se casaron en Viena el 4 de agosto de 1782. Mozart contaba ya con veinte y seis años. Su padre Leopold y su hermana Nannerl nunca aprobaron este matrimonio. La madre ya había fallecido.
El primer hijo de su matrimonio murió al mes de su nacimiento. De los seis hijos de Mozart y Constanze sólo sobrevivieron dos, Kart Thomas y Franz Xaver.
Mozart continuó cosechando triunfos en su incansable peregrinar por las capitales de la música. Dedicó a Hayden varios cuartetos de cuerda, que hicieron exclamar a éste que era el más grande compositor que hubiera conocido.
De éste período fueron también sus óperas "Las Bodas de Fígaro" y "Don Giovanni", estrenada en Praga en 1787, y que resultó ser posteriormente un fracaso en Viena. En ese mismo año, 1787, murió en Salzburgo su padre Leopold, sumiendo a Mozart en una profunda depresión.
Después del fracaso de "Don Giovanni", Viena fue perdiendo el interés en Mozart. La academia de música que compartía su tiempo con la composición fue decayendo poco a poco, ayudando a menguar sus ingresos. Su situación económica era cada vez más precaria debido también a la mala administración, tanto por su parte como por la de Constanze. Fue sin embargo durante este período que Mozart compuso la que muchos consideran su mejor ópera: "La Flauta Mágica".
En el mes de marzo de 1791 Mozart ofreció en Viena uno de sus últimos conciertos públicos. En él interpretó el que después sería uno de sus más gustados conciertos para piano: el Nº 27. Cuatro meses después nacería el último de sus hijos, Franz Xaver Mozart.
Y sintiéndose enfermo, el propio Mozart dirigió en Viena el estreno de "La Flauta Mágica", que fuera recibida con amplio entusiasmo por el público. Trabajaba también entonces febrilmente en una Misa de Réquiem que le había consignado un misterioso desconocido vestido todo de gris y que rehusó identificarse. Le entregó algún dinero y le exigió que compusiera la obra en el plazo de un mes.
Este personaje resultó ser un enviado del conde Franz Walsseg, que deseaba el Réquiem para el funeral de su esposa y, a la vez, hacer creer que había sido compuesto por él mismo. Por ello su empeño en permanecer en el anonimato.
Mozart, muy impresionado por la muerte de padre y por el misterio con que le encomendaron dicha Misa de Réquiem, exhausto y enfermo trabajó sin descanso para completar lo que interpretaba era un aviso del destino sobre su ya próximo funeral. El desenlace era inevitable y Mozart comprendía que le faltaba tiempo para terminar el Réquiem, por lo que dictó a uno de sus discípulos las indicaciones para completarlo.
Mozart falleció en Viena, la ciudad de sus mayores triunfos, el 5 de diciembre de 1791, a los 35 años de edad. Por entonces Viena se veía azotada por una terrible epidemia de escarlatina, y se atribuye la causa de su muerte a una complicación de escarlatina con fiebre reumática. Fue enterrado en una fosa sin lápida y jamás se han podido encontrar sus restos. Sólo se sabe de un cráneo que se cree es suyo.
La leyenda
A través de más de doscientos años ha sobrevivido la leyenda de que Mozart murió envenenado por otro de los grandes compositores italianos de aquella época: Antonio Salieri, quien supuestamente lo envidiaba. Este rumor dio pie a un poema de Aleksandr Poshkin en el que se inspiró Rimski-Korsakov para su ópera "Mozart y Salieri".
Sobre este mito se basó también el escritor británico Peter Shaffer para escribir la obra teatral "Amadeus", llevada a la pantalla en 1992 y ganadora de ocho premios Oscar.
Tal vez haya sido el Director de Orquesta Herbert von Karajan quien mejor haya definido la magnitud del genio de Mozart: «Bach, Beethoven, Shubert, Brahms, Mahler, son músicos. Mozart es la música.»
Ana Dolores García, 2007
Fotos: Google
Mozart: Concierto para piano Nº 21, 2º Movimiento, Andante.
Pablo Arencibia, pianista, Caracas, Venezuela, Junio 2001
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En el Aniversario de Mozart
ResponderEliminarQuisiera, en el aniversario del nacimiento del gran compositor musical Wolfang Amadeus Mozart, rendir un humilde homenaje a este genio que enriqueció el mundo de la música, especialmente con sus óperas y sus sinfonías.
Nació Mozart el 27 de enero de 1756, en Salzburgo, Austria, siendo un niño prodigio que pronto sería halagado por todas las cortes de Europa. Desde la tierna edad de doce años fue un compositor experto. Así, en 1768 compone la ópera “La finta giardiniera” (La jardinera fingida). Fueron muchas las óperas que Mozart compuso, además de esta mencionada aquí, entre otras, “Idomeneo”, su gran ópera que se distinguió por el esplendor de su música. “El rapto en el serrallo” se destaca por sus diálogos y su música. “Cusi fan tutte”, musicalmente la más hermosa. “Don Giovanni”, la más popular y perfecta de sus óperas…y su última ópera “La “Flauta Mágica”, comedia de cuentos de hadas.
También compuso cuarenta y una sinfonías; veintisiete conciertos para piano, cinco para violín y cuatro para trompa. Tiene en su haber más de doscientas obras de cámara. Su Réquiem, “K 626” compuesto en el año 1791, año de su muerte, fue tan genial que sus amigos lo despidieron al morir interpretando el mismo. Falleció cuando apenas contaba treinta y cinco años, dejando una obra que ningún músico ha podido igualar en talento y creatividad. Su vida y su muerte son objeto de leyenda.
¡Gracias, Mozart, por habernos deleitado con tu genial y hermosa música!
Alberto Pardiño
Albertopardino@bellsouth.net