Bitácora de viaje
Madrid
Mayra Montes
Hoy domingo diciembre 29 del 2013 partimos de Miami a las 4:00pm en un
vuelo de Air Berlín a Madrid vía Berlín. Tuvimos que volar a Berlín primero y esperar
un par de horas en el aeropuerto. Esto es lo que sucede cuando se utilizan
millas para viajar. Nuestro vuelo fue agradable y sin percances; tomó nueve
horas. Yo no pude dormir en toda la noche y vi dos películas. Ahora son las
7:00am hora de Berlín y estamos en el aeropuerto esperando por el vuelo que nos
llevará a Madrid.
Una vez que
arribamos al aeropuerto de Madrid, que es espectacular, tomamos un taxi para
nuestro hotel, el Mercure
Santo Domingo. Esta es la primera vez que nos hospedamos en este hotel de
cuatro estrellas. Las habitaciones y áreas
recreacionales son buenas pero lo mejor que tiene es la ubicación. Estamos a solo
3 o 4 cuadras del centro de la ciudad:
La Puerta del Sol.
Después de una
merecida siesta, nos encontramos con mi prima Marian, la hija menor de mi prima
hermana María Herminia. Marian llegó de Cuba hace un par de años como
estudiante y se quedó. Ella es joven, bonita y educada; está llena de vida y
por el momento trabaja de camarera en un restaurante de alta categoría. Vino
acompañada de su novio argentino, Leo. Celebramos el cumpleaños de Leo en un
restaurante local llamado La Botillería del Café de Oriente, en la Plaza de
Oriente. Mas tarde Tony y yo fuimos a la
Plaza Mayor. La atmósfera y ambiente que se respiraba a pesar del frío era
sorprendente: parecía un carnaval; había kioscos, vendedores ambulantes,
malabaristas, estatuas humanas, etc. Todos los años hacen este tipo de feria en
la Plaza Mayor para la época de Navidad.
Al día siguiente, diciembre
31, caminamos alrededor de tres horas hasta la Plaza de Colón. La mayor parte
de los edificios públicos estaban cerrados o cerraban al mediodía. Por la
noche, decidimos cenar en un bufet cerca de nuestro hotel llamado Topolino’s.
Fue una ganga; por 35 euros por persona cenamos varias ensaladas incluyendo
camarones fríos, también como plato principal, había salmón, cordero y pollo, turrones,
uvas, y toda la cerveza, vino y cava que quisiéramos. Había una mesa con mas de
20 turistas italianos cantando y gritando. Teníamos a tres americanas en la
mesa contigua a la nuestra, una madre con su hija y una amiga de la hija. Las
muchachas jóvenes eran soldados del ejército americano destacadas en Ronda,
España.
Alrededor de las
11:00pm cerraron el restaurante y todo el público incluyendo nosotros,
caminamos hacia la Puerta del Sol para esperar el Año Nuevo. La plaza estaba
repleta con miles de personas gritando, portando espejuelos gigantes, pelucas
de colores y guardando 12 uvas para comer a las 12:00am en punto. Nos hicimos
amigos de una pareja de Bolivia con una niña pequeña de unos 6 años, los cuales
nos ofrecieron sidra para beber. Después
de comer las uvas, empujar y ser empujados, apretar y ser apretados, caminamos
hacia nuestro hotel. Es cómico ver como las personas mayores se alejaban de la
plaza mientras que los jóvenes trataban de acercarse a la plaza después de la
medianoche.
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