29 de enero de 2014

Paspartú y Marialuisa




Paspartú y Marialuisa

A los hispanos que llevamos viviendo muchos años en Estados Unidos se nos olvidan a veces palabras de nuestro idioma nativo, y no creo que haya nadie que alguna vez no se haya visto enredado en  esta situación. He aquí un ejemplo.
  
Veamos, en inglés  “mat”  es una delgada pieza de cartulina adicional a un marco exterior de una litografía, título o foto, que le sirve como decoración adicional y que, además, lo separa y protege del cristal que lo cubre. 

Mat” es un monosílabo fácil que como tal se nos ha hecho común de emplear y ya se ha convertido en el nombre ideal para referirnos a esa cartulina interior que ayuda a “enmarcar” una litografía o foto. En fin, que a fuerza de usar “mat”… se nos olvida cuál es la palabra correcta en español.

Esa palabra correcta en español es paspartú, derivada del francés passe-partout. Hay que reconocer que no es la única que se emplea en nuestro idioma, aunque la otra más común, marialuisa, no está aceptada por el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.
  
En realidad la palabra “paspartú”  no nos resulta del todo desconocida, porque así llamábamos a la cinta de color brillante con la que enmarcábamos desde niños muchos trabajos escolares. Como anécdota al margen respecto a la palabra paspartú, se puede citar que en época del presidente Porfirio Díaz, en México se pusieron de moda nombres de origen romano  tales como César, Octavio, Tulio…   Chucho Urueta,  un elocuente orador mexicano de aquel tiempo, bautizó a uno de sus hijos con el nombre de Marco, lo que dio pie a que José Juan Tablada, otro destacado poeta contemporáneo,  le dedicara esta cuarteta satírica y popular:
  
Urueta, no seas canijo
Chucho, por Belcebú,
no le pongas Marco a tu hijo,
mejor ponle “paspartú”

En cambio, “marialuisa” es como prefieren llamar en algunos países hispanoamericanos -México, Colombia, Venezuela- a ese “marco” de cartulina que protege fotos y acuarelas.  
    
Según Arturo Ortega Morán, escritor mexicano que se ha especializado en la investigación del origen de palabras y expresiones del idioma español, «las primeras pesquisas nos llevan al Diccionario de México de Juan Palomar de Miguel,  en donde dice que marialuisa es una deformación de “area lisa”, una manera de referirse a ese marco interior, delgado y liso.

Esta ingeniosa explicación suena convincente pero no es correcta. La verdad es que el término fue acuñado en Francia en la década de los cuarenta, cuando allá se pusieron de moda los antropónimos, es decir dar nombres de personas a instrumentos, artefactos, técnicas, etc.

Muy probablemente el nombre fue inspirado en María Luisa, la segunda esposa de Napoleón, de quien se conservan cuadros en los que ya la imagen no cubre todo el espacio; una franja evita que la pintura se extienda hasta la orilla, es decir, una marialuisa.  Así, a mediados del siglo XX, la “marie louise” francesa llegó a México y desde entonces, cuando solicitamos un servicio de enmarcado nos preguntan ¿lo quiere con marialuisa?»

Y es muy probable que ese mismo sea el origen de nombrar “marialuisa” a los paspartúes en otros países de la América hispana.

Con la colaboración de María Dominicis

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