Ser disidente y babalao, un
camino difícil
Mientras el segundo al mando del gobierno cubano departía con los babalaos de la oficialista asociación,
por las calles de Cuba otros sacerdotes de Ifá
son mal mirados por no integrar la organización regida por la Oficina de
Asuntos Religiosos.
El primer
vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez visitó el pasado lunes la
sede de la Asociación Cultural Yoruba de Cuba, días después que se divulgara el
informe del Departamento de Estado sobre la libertad religiosa, que en el
capítulo cubano reconoce algunos avances y varios lunares.
Mientras el segundo al mando del gobierno cubano departía con los babalaos de la oficialista asociación, por las calles de Cuba otros sacerdotes de Ifá son mal mirados por no integrar la organización regida por la Oficina de Asuntos Religiosos, regirse por otra Letra del Año, portar armas blancas para sus sacrificios de animales y hasta por ser disidentes, una carga que resulta bastante pesada para llevar.
El babalao Gesse Castelnau Ruiz
considera que el encuentro de Díaz-Canel con la Asociación Cultural Yorubá de
Cuba es manipulador en su esencia, ya que este grupo religioso solo acepta a
militantes del partido comunista o ciudadanos que estén comprometidos con el
gobierno.
En el municipio habanero de 10 de Octubre hay otra Asociación Yoruba de Cuba, nombrada “Lázaro Cuesta”, que lanza igualmente una Letra del Año, paralela a la que radica en La Habana Vieja. Al respecto, el sacerdote de Ifá, Castelnau refiere que hace muy poco tiempo fue a la referida organización a solicitar su carné para poder portar las armas blancas destinadas a los sacrificios animales y se lo negaron por ser un opositor activo.
Un tambor por la salud del finado ex presidente venezolano Hugo Chávez Frías, un rito de sacrificios y adoraciones por los cinco espías de la inteligencia cubana presos en cárceles norteamericanas o por la recuperación del ex gobernante Fidel Castro, han sido de las últimas tres muestras de adhesión de la Asociación Cultural Yoruba de Cuba a los designios gubernamentales.
Portar armas blancas sin la debida autorización oficial, sacar a la luz la Letra del Año paralela la de la asociación oficialista, mostrar su activismo contestatario abiertamente o intentar ofrecer sus servicios religiosos a visitantes foráneos son parte de las causas del hostigamiento que han sufrido en la capital del país o provincias como Villa Clara y Holguín.
«Yo he asumido muy bien el ser babalao y disidente, yo y mi familia, donde hay cuatro babalaos más. A nosotros no nos dejan participar en actividades organizadas por esa asociación, ni queremos. A mí me han confiscado mis tambores batá para la unidad policial de la calle Zanja pues ellos dicen que tienen cosas adentro y tienen que revisarlos. Aquí no hay libertad de religión ni expresión», concluyó el sacerdote yoruba.
Una religión dividida
Iyalocha (sacerdotisa de Ifa) y Dama de Blanco, Jessica es una joven que cree en los poderes de Orula y en que todos los hombres y mujeres nacen libres y tienen los mismos derechos. Por eso lleva un fardo que le ha costado detenciones, represión de la policía y la negativa a estar en la Asociación Yoruba, con sede en la calle Prado de La Habana.
La práctica del culto a los orichas en Cuba está dividida, eso es lo que considera Jessica, quien afirma que «eso sucedió desde que abrieron la sede de la calle Prado, que es regida completamente por el gobierno cubano».
Varios babalaos y practicantes coinciden en que el gurú de la santería cubana, Lázaro Cuesta, se sentiría traicionado pues él creó la primera Asociación Yoruba de Cuba en el municipio 10 de Octubre y desde allí salió siempre la «única y verdadera Letra del Año», dice Jessica un tanto afectada.
«Muchos santeros que se respetan no van a la sede de la calle Prado, por la sencilla razón de que no pueden salir dos letras. Me atrevo a decir que el 90% del pueblo cubano que cree en Ifá se rige por la letra que sale en 10 de Octubre que fue la primera que salió».
En la actualidad Cuba tiene dos Letras del Año y para los santeros que originalmente iban a la casona de 10 de Octubre, esta dualidad es un sacrilegio.
Jessica recuerda que la asociación oficialista llegó a ofrecer un
Tambor (ceremonia religiosa) por la salud del mandatario Hugo Chávez y en esa
ocasión los santeros cubanos tuvieron que utilizar los tambores de la sede de
Prado pues la mayoría de los babalaos
cubanos no se prestó para semejante show propagandístico. En las imágenes podía
verse al músico Papo Angarica dando vivas al mandatario venezolano, como en
otras ocasiones lo ha hecho por la causa de los cinco espías o cualquier
mandato partidista.
«Los cristianos dicen que somos diabólicos y Chávez era cristiano, entonces, ¿Cómo iban a poner a los santeros a pedir por un cristiano? Todos el mundo se dio cuenta que era un show mediático», dice la iyalochaa Jessica Castelnau.
Reproducido de
martinoticias.com
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