18 de mayo de 2013

RICHARD WAGNER, LOS PRIMEROS AÑOS


 
Richard Wagner,
los primeros años


Wilhelm Richard Wagner nació el 22 de mayo de 1813   en el número 3 de la calle Brühl, en la judería de Leipzip (confederación del Rhin, actual Alemania).   Fue el noveno de los hijos de Carl Friedrich Wagner, un modesto funcionario de policía que murió de tifus  seis meses después del nacimiento de Richard,  y de Johanna Rosine (de soltera Paetz), hija de un panadero.

Tras el trágico fallecimiento de su padre,   su madre comenzó a vivir con el actor y dramaturgo Ludwig Geyer,  que había sido amigo de su difunto marido. En agosto de 1814, Johanna Rosine se casó con Geyer y se trasladó con su familia a su residencia en Dresde.   

 Durante los primeros catorce años de su vida, Wagner fue conocido como Wilhelm Richard Geyer.  Más tarde, sospechó que Geyer era en realidad su padre biológico, y además especuló equivocadamente con que podría ser judío.  

 La pasión de Geyer hacia el teatro fue compartida por su hijastro, que empezó a tomar parte en las actuaciones. En su autobiografía, Wagner recordó haber desempeñado en una ocasión el papel de un ángel.  Asimismo, el muchacho quedó fuertemente impresionado por los elementos góticos de El cazador furtivo  de Carl de maría von Weber. 

 A finales de 1820, Wagner comenzó a recibir clases en una escuela cercana  Dresde, y de algunas lecciones de piano. No era capaz de realizar una escala   correcta, pero prefería interpretar oberturas   teatrales de oído.

Geyer murió en 1821, cuando Richard tenía apenas ocho años.  El joven Wagner alimentaba sus ambiciones como dramaturgo, constituyendo su primer esfuerzo creativo una tragedia, Leubald,  que comenzó en la escuela y que estaba fuertemente influida por Shakespeare y Goethe.  Wagner, decidido a ponerle música, persuadió a su familia para que le permitiese tomar lecciones de música. 

En enero de 1828 escuchó por primera vez la Séptima Sinfonía de Beethoven   y, a continuación, en marzo, la Novena.  Beethoven se convirtió en su inspiración y Wagner escribió una transcripción  para  piano de la Novena.

También estuvo muy impresionado por la representación del Requiem de Mozart.  De este periodo datan  sus primeras sonatas  y sus primeros intentos con oberturas orquestales.

En 1833, su hermano mayor, Karl Albert, le consiguió un puesto como director del coro de Wurzburgo.   Ese mismo año, cuando tenía veinte años, compuso su primera ópera, Las hadas. Dicha obra, que imitaba claramente el estilo de Carl María von Weber, no se estrenaría hasta 1884 en Munich, poco después de su muerte, y con poco éxito.

Mientras tanto, Wagner aceptó un breve cargo como director musical del teatro de la ópera de Magdeburgo, durante el que compuso La prohibición de amar,  ópera inspirada en Medida por medida de William Shakespeare.  Fue representada en Magdeburgo en 1836, pero clausurada después de la primera representación, dejando al compositor (como llegaría a ser frecuente) con serias dificultades financieras.

En 1834, Wagner se había enamorado de la actriz Christine Wilhelmine (Minna) Planer.  Después del fracaso de La prohibición de amar, la pareja se trasladó a Königsberg donde ella lo ayudó a encontrar un trabajo en el teatro.  Se casaron en la ciudad el 24 de noviembre de 1836. En junio de 1837, Wagner se trasladó a la ciudad de Riga,  entonces parte del Imperio ruso, donde se convirtió en director musical de la ópera local. Tras algunas semanas, Minna abandonó a Wagner por otro hombre.  Poco después regresó,  pero la relación nunca se recompuso del todo y transcurrió penosamente durante las tres décadas siguientes.

Sumidos en deudas, los esposos abandonaron Riga de manera furtiva   para escapar de sus acreedores  (las deudas acuciaron a Wagner durante la mayor parte de su vida). Partieron hacia Londres  y en el trayecto, fueron víctimas de una tormenta  que inspiró a Wagner El holandés errante.   
Los Wagner vivieron una temporada en París  entre 1839 y 1842, y allí Richard se ganó la vida escribiendo artículos y re orquestando óperas de otros compositores.
   
También completó su tercera y cuarta óperas, Rienzi  y El holandés errante, durante dicho periodo. Su alivio por abandonar París y trasladarse a Dresde lo mencionó en su Boceto autobiográfico, de 1842: «La primera vez que vi el Rhin,con cálidas lágrimas en mis ojos, yo, pobre artista, juré fidelidad a mi patria alemana».
Fuente: wikipedia.org

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