14 de mayo de 2013

EL FESTIVAL DE EUROVISIÓN



Grupo "El sueño de Morfeo" que representa este año a España en el Festival de Eurovisión

El próximo domingo se ha de celebrar en Malmö, Suecia, el  Festival  de Eurovisión.  Se trata de un concurso televisivo de carácter anual, en el que participan intérpretes representando  las televisiones  europeas. Este festival ha sido transmitido cada año desde 1956, siendo el programa de televisión más antiguo que aún se transmite en el mundo.  Desde entonces, el Festival ha ido cambiando y no ha sido solamente en su formato, sino también en los sistemas de votación, afectado –recientemente y de manera notoria- por implicaciones geopolíticas o chovinistas.  Esto se refleja en el siguiente artículo-lamentación de un periodista español:   

Sin Portugal ni Andorra,
¿quién nos va a votar
en el festival de Eurovisión?


JAVIER ESCARTÍN / ENVIADO ESPECIAL A MALMÖ (SUECIA)
 ABC, Madrid.

El pasado mes de noviembre, la televisión pública portuguesa anunció que el país luso, después de 46 participaciones, no tomaría parte del festival de Eurovisión 2013. La decisión se fraguó en pleno debate sobre la privatización del canal y la reducción drástica de su presupuesto por la enorme crisis que atraviesa la nación.  

Con la salida de Portugal, España se queda sin su principal granero de votos en Eurovisión. Desde 1975, nuestros vecinos nos han otorgado hasta un total de 150 puntos, por delante de los 141 de Suiza o los 137 de Grecia. De hecho, en los últimos tres años, el «12» luso siempre ha recaído en la opción española.

El abandono de Portugal merma aún más las opciones de España en el certamen, que ya lastraba la salida de Andorra en 2009, fruto también de la crisis económica y de los malos resultados en Eurovisión.  

TVE es ahora, por tanto, víctima de un sistema de votación donde el enclave geográfico de los países juega un papel fundamental. Con el desembarco en el concurso de buena parte de los países orientales del continente, el «amiguismo» entre ciertas naciones ha quedado demostrado en numerosas ocasiones. La polémica estalló sobre todo en 2007 cuando la diferencia en los resultados entre los países de Europa Occidental y Europa Oriental fue alarmante. Los diez más votados en esa edición se ubicaban geográficamente al oriente del continente y eran países miembros del Bloque Soviético o de la ex Yugoslavia, a excepción de Grecia y Turquía. Finlandia, con su 17ª posición, fue el occidental mejor situado.


Cambios en el sistema de votación

Pero para evitar que el «vecinismo» sea un pretexto que devalúe el festival, la UER ha movido ficha y ha cambiado de nuevo este año el sistema de votación. Si hasta ahora sólo las diez canciones preferidas del jurado y de la audiencia se disputaban los puntos, favoreciendo la polarización de ambos, en este 2013 todas las canciones se tendrán en cuenta para el histórico reparto de los 12, 10 y de ocho a un punto.

Este formato es un gran revés, por tanto, al voto vecinal o de diáspora, ya que ahora será necesario un consenso entre ambas facciones para lograr los puntos. Una vuelta más de tuerca para atajar un problema que hiere la credibilidad del festival.

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