Yo sí te veo
Octavio Montiel
Comandantepresidente,
en el rumor yo no creo
pues de verdad yo te veo
incluso más que tu gente.
¡Cómo no, si estás presente
en el campo, en la ciudad!
De mi cotidianidad
jamás te puedo apartar,
debo pues testificar
que eres una realidad.
Te encuentro en la soledad
de anaqueles y de estantes
profiriendo altisonantes
berridos de autoridad,
para que la propiedad
de asustados productores
pasara a los destructores
que luego, por más subsidio,
te causaron gran fastidio
allí mismo en Miraflores.
Yo te miro en los horrores
que Iván, un preso inocente,
vive por tanto inclemente
que cree que rendirte honores
es causarle más dolores
al mejor chivo expiatorio
que ha creado tu jolgorio
de culpas en rebatiña…
Ni la carta de su niña
halló amor en tu auditorio.
Te veo en cada velorio
que causa la delincuencia
con tu cínica apariencia
negando el hecho notorio
de que fue tu repertorio
de “Goveia es caballero”
lo que le dio al pistolero
licencia para matar.
¡Cómo no te he de mirar,
si estás allí de primero!
Además, el pandillero
que anda con franela roja,
ni por un momento afloja
tu discurso camorrero.
Ahí estás tú de altanero
chocando el puño y la palma,
pues hay que espantar la calma
donde el diablo no está a gusto.
Te sigo viendo en lo injusto,
incluso de cuerpo y alma.
en el rumor yo no creo
pues de verdad yo te veo
incluso más que tu gente.
¡Cómo no, si estás presente
en el campo, en la ciudad!
De mi cotidianidad
jamás te puedo apartar,
debo pues testificar
que eres una realidad.
Te encuentro en la soledad
de anaqueles y de estantes
profiriendo altisonantes
berridos de autoridad,
para que la propiedad
de asustados productores
pasara a los destructores
que luego, por más subsidio,
te causaron gran fastidio
allí mismo en Miraflores.
Yo te miro en los horrores
que Iván, un preso inocente,
vive por tanto inclemente
que cree que rendirte honores
es causarle más dolores
al mejor chivo expiatorio
que ha creado tu jolgorio
de culpas en rebatiña…
Ni la carta de su niña
halló amor en tu auditorio.
Te veo en cada velorio
que causa la delincuencia
con tu cínica apariencia
negando el hecho notorio
de que fue tu repertorio
de “Goveia es caballero”
lo que le dio al pistolero
licencia para matar.
¡Cómo no te he de mirar,
si estás allí de primero!
Además, el pandillero
que anda con franela roja,
ni por un momento afloja
tu discurso camorrero.
Ahí estás tú de altanero
chocando el puño y la palma,
pues hay que espantar la calma
donde el diablo no está a gusto.
Te sigo viendo en lo injusto,
incluso de cuerpo y alma.
Remitido
por Humberto Estrada
1 comentario:
Anónimo2/27/2013
El autor lo ve como yo lo veo
Porque es un hecho consumado
que hasta que no sea exhumado
estará en brazos de Morfeo.
Pobre pueblo sin memoria
Hugo se fue "de verbena"
Repitiendo así la historia
Que al Cubano no es ajena!
Elsa M. Rodríguez
Porque es un hecho consumado
que hasta que no sea exhumado
estará en brazos de Morfeo.
Pobre pueblo sin memoria
Hugo se fue "de verbena"
Repitiendo así la historia
Que al Cubano no es ajena!
Elsa M. Rodríguez
El autor lo ve como yo lo veo
ResponderEliminarPorque es un hecho consumado
que hasta que no sea exhumado
estará en brazos de Morfeo.
Pobre pueblo sin memoria
Hugo se fue "de verbena"
Repitiendo así la historia
Que al Cubano no es ajena!
Elsa M. Rodríguez