9 de diciembre de 2012

QUIERO SER COMO JUAN, SEÑOR



-- Una voz grita en el desierto:
 preparad el camino del Señor, allanad sus senderos; 
elévense los valles, desciendan los montes y colinas; 
que lo torcido se enderece, lo escabroso se iguale. 
Y todos verán la salvación de Dios.
Lucas 3, 1-6

¡QUIERO SER COMO JUAN, SEÑOR!

Y que te sirvas de mí para anunciar tu llegada
Y que me concedas la humildad 
para saber que no soy sino tu siervo
Y que me hagas ver los signos de tu llegada

Y que viva mi vida como una llamada
 a darme por los demás
Y que viva mi existencia 
como un pregón de esperanza
Y que viva mis días 
sabiendo que Tú –tarde o temprano- llegarás

Y ser un heraldo aunque sea insignificante,
 de tu llegada
Y ser un heraldo aunque me asalten las dudas, 
de tu grandeza
Y ser un heraldo aunque me cueste el desierto, 
de tu nacimiento

Levantando de los caminos torcidos
a los que cayeron abatidos
Alegrando de los caminos melancólicos
a los que dejaron de sonreír
Recuperando de los caminos confundidos 
a los que creyeron tenerlo todo

Un constructor de sendas para los que te busquen
Y un elevador de puentes 
para los que te quieran encontrar


Javier Leoz, betania.es

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