La
canción de canciones
para
los cubanos
Marlene María Pérez Mateo
Mi primo y yo saltábamos de nuestros asientos frente al
televisor, empujados por una especie de
resorte a la posición de firme, ante el sonido de las notas del Himno Nacional
cubano. Luego seguían las voces del coro que dejaban salir de sus labios y a
través de las bocinas los versos: “Al combate corred bayameses / que la patria
os contempla orgullosa…” Creo que hasta rojos nos poníamos al tratar con
nuestras infantiles gargantas alcanzar la alta tesitura de los cantores. A ello
se unía el orgullo patrio más allá de la
escasa estatura de unos chiquillos. Era el comienzo de la programación
televisiva cubana matinal.
Hoy la canción de canciones para los cubanos, el Himno de
Bayamo, cumple 144 años. Por ello la Serie “Música cubana” de La Gaceta de
Puerto Príncipe, recientemente iniciada,
le dedica su primera hoja.
Pedro Felipe Figueredo y Cisneros (Perucho Figueredo) nació
en Bayamo hacia 1818 en el seno de una familia de élite de la antigua villa.
Durante su juventud cursó estudios en La Habana bajo los auspicios de José
Antonio Saco, pensador cubano. En Barcelona se graduó como abogado y regresó a
su ciudad natal luego de un largo periplo europeo. Allí se casó y se estableció
en una finca cercana a la Villa de Bayamo. Como jurista ejerció por muy breve
tiempo y decidió dedicarse a la música y la literatura. Fundó el “Diario Correo
de la tarde” y fue en su hogar donde se reunió por primera vez la Junta Revolucionaria
de Oriente en octubre de 1867. Era ese el embrión que un año después diera
origen al inicio de las guerras de independencia en La Demajagua. Luego del
incendio de su ciudad, formó parte del ejercito mambí hasta 1870, cuando luego
de ser apresado por una delación fue sentenciado a muerte.
Fue sin dudas su obra más importante el Himno Nacional
cubano, aunque no la única. El originalmente Himno de Bayamo es un himno de
combate, también denominado muy en sus inicios “La Bayamesa”. Se le solicitó a
Figueredo la composición de esta obra el 13 de agosto de 1867 en una reunión
conspirativa.
Iglesia Parroquial Mayor de Bayamo |
Perucho Figueredo fue llevado al cadalso montado en un
burro. Él estaba enfermo y ya no era muy joven. Trataban de ridiculizarlo.
Entre sus últimas palabras estuvieron, según testigos: “No es la primera vez
que un redentor cabalga un asno”.
Marlene María Pérez Mateo
Octubre 6, 2012
Vídeo del Himno Nacional de Cuba
http://www.youtube.com/watch?v=wRHBy-IqLhs&feature=related
Vídeo del Himno Nacional de Cuba
http://www.youtube.com/watch?v=wRHBy-IqLhs&feature=related
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