31 de octubre de 2012

EPITAFIOS Y EPITAFIOS



Epitafios y epitafios…

En una tumba del cementerio de Salamanca: «Con amor de todos tus hijos, menos Ricardo que no dio nada».
 
 «Aquí yaces y yaces bien, tú descansas, yo también».
 
En la tumba de un hombre gordo que luchó mucho por adelgazar:  «Por fin me quedé en los huesos».
 
En una tumba en el cementerio de Guadalajara: «A mi marido, fallecido después de un año de matrimonio. Su esposa con profundo agradecimiento».
 
 «Necesité toda una vida para llegar hasta aquí».
 
 ¿En la tumba de Johann Sebastian Bach?  «Desde aquí no se me ocurre ninguna fuga».
 
En el cementerio de la Almudena de Madrid: «Aquí estoy con lo puesto, y no pago los impuestos».
 
Lo puso en la lápida unos días antes de morir: «Os dije que estaba enfermo».
 
«Fray Diego aquí reposa, en su vida no ha hecho otra cosa».

En un cementerio de Minesota: «Fallecido por la voluntad de Dios y mediante la ayuda de un médico imbécil».
 
Lo puso el marido sobre la tumba de su mujer: «Aquí yace mi mujer, fría como siempre».
 
Lo puso la mujer sobre la tumba de su marido: «Aquí yace mi marido, al fin rígido».
 
En una lápida en California: «Aquí yace Jane Smith, esposa de Thomas Smith, marmolista. Este monumento fue erigido por su esposo en memoria suya y como modelo. Sólo cuesta trescientos dólares».
 
Inscripción en la puerta de un cementerio catalán: «Levantaos, vagos, la tierra es para quien la trabaja».
 
En un cementerio de Middlebury, Vt en una lápida erigida por la suegra a su yerno  «Descansa en paz hasta que volvamos a encontrarnos».
 
Lo puso el difunto en la lápida unos días antes de morir: «Por fin dejé de fumar».
 
Lo puso el marido en la tumba de su suegra: «Ya estás en el paraíso, y yo también».
 
Muere el dentista que no recomendaba chicle sin azúcar. En su tumba han puesto la siguiente inscripción: «9 de cada 10 dentistas encuestados recomiendan un chicle sin azúcar. El décimo yace aquí».
 
En la tumba de Miguel Gila, podría estar éste: «¿Es la vida? Que se ponga».
 
En la tumba de una tía fea, fea, feísima: «Al fin polvo».
 
En el cementerio de un pueblo en Texas: «Aquí yace Bill Smith y cuatro balas calibre 44».
 
«Nunca pensé que acabaría aquí».
 
«Si sois inspectores de Hacienda, lo siento, no os puedo atender».

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