11 de abril de 2012

UN CAFÉ CUBANO, POR FAVOR

UN CAFÉ CUBANO, POR FAVOR


 Elsa M. Rodríguez

Los miamenses están acostumbrados ya a que cada vez que un político que aspire a una posición, ya sea en el gobierno local, estatal o federal, cuando visita Miami lo primero que hace, porque así se lo sugieren sus jefes de campaña, es visitar a uno u otro restaurante muy conocido por el residente de esta ciudad, y pedir una tacita de "café cubano".

Acto seguido, repite las consabidas consignas de "Viva Cuba Libre" y "Abajo Fidel Castro". Esta rutina la repiten una y otra vez tanto demócratas como republicanos, aunque hay que admitir que son estos últimos quienes más practican esta movida y son duramente criticados por sus oponentes, que los tildan de mentirosos y oportunistas.

Muchos vienen tan bien preparados que además del ya acostumbrado cafecito, comen un "pan con lechón" o se beben un "Cuba Libre", y todo esto lo hacen vistiendo una guayabera, o sea la típica prenda cubana. Claro, la guayabera no es patrimonio exclusivo de los cubanos, también los mexicanos especialmente en Veracruz presumen de la misma, y no solo ellos, también los colombianos, especialmente los que radican en la costa del país Sudamericano, especialmente en Cartagena de Indias.

Ahora, como durante los días 14 y 15 de Abril se celebrará la Cumbre de las Américas en Cartagena, muchos políticos asistentes a esa reunión vestirán la guayabera. De hecho, hasta el presidente Obama y su mujer, la Primera Dama Michelle Obama vestirán una guayabera. Estas guayaberas no serán fabricadas en el negocio del Rey de las Guayaberas de Miami, Ramón Puig, sino por otro fabricante muy conocido, el maestro cartagenero Edgar Gómez.

Es un gesto bonito del presidente el presentarse a los colombianos vestido con su traje típico, pero si queremos ser justos y equitativos, si cuando un republicano viste la guayabera "cubana" recoge todas las críticas de sus oponentes por considerar este un gesto demagógico, sería bueno conocer la opinión de estas personas ahora que el presidente hará lo mismo en Colombia.

Y es que la demagogia no está afiliada a un partido en particular, cada cual la utiliza cuando le es conveniente, y especialmente cuando pueden aprovechar la oportunidad de saborear un riquísimo "café cubano", café que probablemente fue cosechado en Colombia.

Si además de vestir la guayabera en honor a los colombianos, el presidente se decide a aprobar de una vez el Tratado de Libre Comercio con ese país, entonces si valdría la pena que por un par de días, Barack Hussein Obama se disfrazase de colombiano.

Elsa M. Rodríguez
Hialeah, FL

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