Jorge Manrique
Hacia 1440 nació Jorge Manrique, hijo de Rodrigo Manrique, I Conde de Paredes de Nava y de Mencía Figueroa. Los linajes de los que descendía este soldado-caballero y poeta eran de la alta nobleza. Si bien según se cree el poeta vio la luz en el pueblo castellano de Paredes de Nava, su infancia sin embargo, debió transcurrir en la encomienda que su padre tenía en Sierra de Segura donde vivió entre soldados, cabalgaduras y muy al tanto de los avatares políticos en los que su padre ocupaba un lugar preponderante.
Jorge Manrique fue un soldado decidido en la defensa de los intereses de Isabel de Castilla, la Católica. Estuvo junto con su padre enfrentado al poderoso marqués de Villena en el campo de Calatrava y en el asedio a la fortaleza de Uclés, campaña en la que murió su padre (1476) y que dio lugar a las célebres "Coplas a la muerte de mi padre".
En 1478, por encargo de la reina Católica, batalló en el asedio a las plazas de Chinchilla, Belmonte, Alarcón y Garci-Muñoz. Ya al final de la guerra civil castellana fue herido en un enfrentamiento secundario, el asalto al castillo de Garci-Muñoz, defendido por el marqués de Villena, y murió el 24 de abril de 1479 en Santa María del Campo (Cuenca).
Hoy puede leerse en ese mismo lugar en que cayó herido una inscripción que reza así: "Recuerda, caminante, que a las puertas de este castillo se vino la muerte sobre el poeta que mejor la ha cantado en nuestra lengua, el capitán Jorge Manrique". Jorge Manrique está enterrado, junto con su padre, en el Monasterio de Uclés.
De Jorge Manrique sólo se conservan cuarenta y ocho poemas; la mayoría de los cuales son de tema amoroso, aunque hay alguno de carácter burlesco y las Coplas a la muerte del maestre de Santiago don Rodrigo Manrique, su padre, de hondo contenido moral.
Si no fuera por las Coplas, Manrique sería uno más entre los muchísimos poetas que en el siglo XV cantaban a sus damas con los tópicos del amor cortés. Pero la hondura y sinceridad con que el poeta expresa sus sentimientos ante la brevedad de la vida y la vanidad de las cosas mundanas, además de la emoción con que transmite el elogio fúnebre de su padre, hacen de las Coplas no sólo la más famosa elegía de la literatura española sino una de sus cumbres.
Fuente: http://www.paredesdenava.com
Ilustración: Muestra parcial de su monumento en Segura de la Sierra.
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