¿Una funcionaria de Hugo Chávez
detrás de Occupy Wall Street?
¿Qué
relación tiene el Gobierno de Hugo Chávez y el movimiento Occupy Wall Street?
La respuesta viene con nombre de mujer: Eva Golinger. Una abogada
estadounidense radicada desde hace varios años en Venezuela, que se ha
convertido en una de las piezas claves del chavismo al ser la principal
defensora de la “Revolución Bolivariana” y a la que EEUU comienza a observar
con suspicacia, a raíz de su activa participación dentro de las protestas que
han tenido lugar en el corazón de la “Gran Manzana”.
Sabrina Gelman B.
El Imparcial, Madrid
Hasta hace no mucho Eva Golinger era para Estados
Unidos una anécdota. La historia de una estadounidense de izquierdas
decepcionada del sistema, que decide vivir en Venezuela para formar parte del
proyecto geopolítico impulsado por el presidente Hugo Chávez, enemigo
confeso de la Casa Blanca, y con el cual busca impulsar un nuevo orden mundial
bajo la denominación de “Socialismo del Siglo XXI”.
Su status de
“oveja negra del Imperio” le ha valido a Golinger un importante lugar dentro de
las bases del chavismo. Esta abogada de 38 años que ha acompañado al mandatario
durante su andadura en el poder, le ha valido no sólo su confianza, si no un
prometedor futuro en la política venezolana, alcanzado puestos de
responsabilidad dentro del entorno gubernamental, al punto de llegar a ser
impulsora de algunas leyes dentro de la Asamblea Nacional de ese país.
No en vano
la norteamericana es actualmente la editora jefa de la edición internacional
del diario oficialista “El Correo del Orinoco”, así como la co-fundadora
y directora general de la Fundación Centro de Estudios Estratégicos (CESE)
en Caracas, en donde lleva a cabo una investigación sobre la injerencia de EEUU
en Venezuela y Latinoamérica.
Sin embargo
nada de esto provocó reacciones en Washington hasta el pasado 6 de octubre,
cuando la policía detuvo unos 700 indignados en las puertas del Wall
Street.
Lo que en un
principio parecía ser una manifestación espontánea en respuesta a la grave
crisis que golpea Estados Unidos, comenzó a adquirir nuevos matices y a sembrar
dudas ante la notable presencia de Eva Golinger, quien además de sumarse al
clamor del movimiento Occupy Wall Street, también ofreció declaraciones
para la televisora estatal, Venezolana de Televisión.
Según Thecomnentator.com, han salido a la luz detalles sobre la presunta la
entrega de dinero en efectivo por parte de algunos sindicatos a los
manifestantes. Unas sospechas que inevitablemente comienzan a salpicar a la
abogada, debido a que si bien su presencia en las protestas en EEUU no es
ilegal, este medio apunta a que las funciones que ella realiza dentro del
gobierno de Caracas, la convierten en una empleada de Chávez; razón por la
cual, su protagonismo y activismo dentro de las movilizaciones de los
indignados de Wall Street, comienzan a despertar serias dudas en el entorno de
la administración de Barack Obama.
Asimismo el
portal Lapatilla.com , medio independiente venezolano especializado en
noticias, información e investigación, indicó que Golinger, en calidad de
estadounidense, dispone del amparo del Freedom of Information Act, una
ley que permite a los ciudadanos norteamericanos tener acceso a documentos
desclasificados del gobierno, los cuales la editora jefa de “El Correo del
Orinoco” no ha dudado en analizar en directo desde Nueva York para la cadena de
noticias Telesur, con el fin ,según ella, de “demostrar” que desde 2002, EEUU
ha estado financiando a ONG de Derechos Humanos en Venezuela para hacer “un trabajo
político contra el gobierno de Hugo Chávez”.
De acuerdo
con la legislación de los Estados Unidos, al ser funcionaria de del Gobierno de
Venezuela, Eva Golinger debe suscribirse a la Ley de Registros de Agentes
Extranjeros (FARA en sus siglas en inglés). Una norma que data de 1938 y
que exige que toda persona cuyas actividades son “directamente o indirectamente
supervisadas, dirigidas, controladas o subsidiadas por un gobierno o partido
político extranjero”, ha de identificarse como tal ante el Departamento Federal
de Justicia, así como declarar periódicamente sus ingresos y gastos con
relación a esta actividad.
De no figurar dentro de este registro y no cumplir con
los estatutos de la legislación, a esta abogada y periodista, pod ría caerle
una pena de 10 años de cárcel y varias multas a pagar por miles de dólares. Un
panorama que se le puede complicar, si termina siendo objeto de una
investigación federal para determinar las fuentes de financiamiento de las
protestas en Wall Street, ya que se hablaría del patrocinio venezolano
en las manifestaciones y por ende, estaríamos frente a una nueva crisis
diplomática entre Caracas y Washington.
¿Más leña al fuego?
Si bien la noticia no ha trascendido aún a la prensa
internacional por tratarse de una serie de conjeturas, dándole a Golinger un
manto de anonimato dentro de la opinión pública internacional, las últimas
declaraciones del presidente venezolano en la televisión estatal de su país
condenando la horrible represión" del movimiento Ocuppy Wall Street,
dejan mucho que pensar, añadiendo más leña al fuego, comprometiendo todavía más
la presencia de la norteamericana en los incidentes del 6 de octubre.
Chávez en vez de desmarcarse ha preferido tomar partido y
ser el primer mandatario latinoamericano en animarse a dar sus impresiones
sobre los indignados estadounidenses.
"Este movimiento de ira popular se está expandiendo
a diez ciudades y la represión es horrible, no sé cuántos (activistas) hay en
prisión ahora", dijo el gobernante durante la transmisión de su programa
dominical “Aló Presidente”. Asimismo, manifestó que pese a la creciente
pobreza y agravamiento de la crisis en EEUU, "el imperio sigue ahí, la
amenaza persigue".
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