Un Puente entre Cuba y Miami
Juan Abreu
El Puente. Ahora se ha puesto de moda lo del Puente. Un Puente entre Cuba y Miami. Para la Reconciliación, para el Necesario Abrazo. ¿Otro? Me pregunto. Ya existe ese Puente. Es de dólares, que envían los exiliados a sus familiares y a sus amigos.
¿Que más Puente de concordia y reconciliación que ese río de dólares enviado por amor, sin esperar nada a cambio?
Lleva
tiempo el Puente, funcionando a toda máquina. De aquí para allá,
dólares, de allá para acá campañas difamatorias, censura, espías que se
infiltran en organizaciones humanitarias exiliadas y ayudan a derribar
avionetas y asesinar inocentes. De allá para acá esbirros culturales y
sanguijuelas que vienen a ver que pueden sablear a los exiliados. De
allá para acá odio y prohibiciones, humillaciones e insultos. Y chulos, y
chulería. Y guitarreros vendidos, y analfabetos que se las dan de
filósofos. Y escritores mediocres que en cuanto llegan a Miami, es
curioso, son tratados como eminencias.
Ese Puente de dólares exiliados ha dado mucho de sí. En cuanto se
levantó, en cuanto empezó a fluir el dinero exiliado ya no éramos
gusanos, sino brillantes mariposas. Ya nuestros padres y otros
familiares que no nos hablaban porque éramos enemigos del amado Fidel,
vendidos al Imperialismo y traidores a la Revolución, de pronto,
llamaban por teléfono para pedir calzoncillos y desodorante. Fue
fantástico. Una maravilla ese Puente.
El Puente ya existe. Lo han
construido los exiliados. Los exiliados no tenemos que construir ningún
Puente. Ya lo hemos hecho. Enorme Puente, caben más de mil millones de
dólares al año en ese Puente. Un Puente de amor y solidaridad.
Si
hay que construir algún otro Puente, lo tienen que construir los
cubanos sumisos del interior, los que lo han aguantado todo, los que han
colaborado en todo, los que apalean a los cubanos insumisos, los que
delatan a sus compatriotas, los que los torturan, los que los arrojan al
mar, los que llevan cincuenta años llenando la Plaza de Fidel....
El Puente. A mí me
gustaría ver ese Puente que tienen que construir los cubanos de dentro.
Pero no veo ese Puente por ninguna parte.
Magnifico este escrito, es lo mejor que he leido ultimamante, este puente que ha funcionado por tantos años les ha servido a nuestros familiares en muchos casos para no morirse de hambre y vivir con un "poquito de dignidad".
ResponderEliminarMuy bien por JUAN ABREU.
Delsa Duran