Oración
del Cuarto Centenario
Virgen de la Caridad del Cobre,
hija amada del Padre, Madre del Señor Jesús,
templo del Espíritu Santo y Madre de todos los cubanos.
Al prepararnos a celebrar con alegría el cuarto centenario
de la presencia de tu bendita imagen
hija amada del Padre, Madre del Señor Jesús,
templo del Espíritu Santo y Madre de todos los cubanos.
Al prepararnos a celebrar con alegría el cuarto centenario
de la presencia de tu bendita imagen
en nuestra tierra cubana,
te alabamos y te damos gracias
por ser regalo de Dios para nuestro pueblo,
por peregrinar con nosotros
mostrándonos a Jesús,
por animar siempre a la Iglesia
que, guiada por el Espíritu Santo,
quiere servir a su pueblo.
María de la Caridad,
mujer creyente, fortalécenos en la fe;
por ser regalo de Dios para nuestro pueblo,
por peregrinar con nosotros
mostrándonos a Jesús,
por animar siempre a la Iglesia
que, guiada por el Espíritu Santo,
quiere servir a su pueblo.
María de la Caridad,
mujer creyente, fortalécenos en la fe;
Maestra de esperanza,
enséñanos a vivir esperanzados;
enséñanos a vivir esperanzados;
Reina y señora de la caridad,
muéstranos el sendero del amor,
del perdón y la reconciliación
entre todos los cubanos.
Acompáñanos en la oración,
enséñanos el camino de la conversión,
ayúdanos en el compromiso
y en el servicio a los hermanos,
especialmente a los que más sufren.
Madre de la Caridad,
que eres signo y vínculo de unidad,
te suplicamos por todos tus hijos
que, desde dentro y fuera de la patria,
desean lo mejor para Cuba,
te miran como símbolo de cubanía,
y sienten que la Caridad nos une.
Cuídanos y protégenos, líbranos de todo mal.
Contigo, primera discípula y misionera,
queremos seguir anunciando a Cristo
como el Camino, la Verdad y la Vida
para que nuestro pueblo, en Él,
tenga vida abundante, verdadera y eterna.
muéstranos el sendero del amor,
del perdón y la reconciliación
entre todos los cubanos.
Acompáñanos en la oración,
enséñanos el camino de la conversión,
ayúdanos en el compromiso
y en el servicio a los hermanos,
especialmente a los que más sufren.
Madre de la Caridad,
que eres signo y vínculo de unidad,
te suplicamos por todos tus hijos
que, desde dentro y fuera de la patria,
desean lo mejor para Cuba,
te miran como símbolo de cubanía,
y sienten que la Caridad nos une.
Cuídanos y protégenos, líbranos de todo mal.
Contigo, primera discípula y misionera,
queremos seguir anunciando a Cristo
como el Camino, la Verdad y la Vida
para que nuestro pueblo, en Él,
tenga vida abundante, verdadera y eterna.
Santa María, Virgen de la Caridad del Cobre,
ruega por nosotros a Dios.
ruega por nosotros a Dios.
Amén.
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