Ana Dolores García
La Cruz de la Parra
es la reliquia más importante de Baracoa y al mismo tiempo la más antigua que
se conserva en Cuba. Según la bitácora del Almirante Cristóbal
Colón, éste, en su primer viaje al continente que después se llamó América,
plantó 29 cruces en aquellos lugares en los que desembarcaba. Fueron símbolos
de la evangelización que llegaba a las tierras descubiertas según los deseos de Isabel de Castilla.
De esas 29
cruces, la única que se conserva hoy en día es precisamente la que se encuentra
en Baracoa, uno de los primeros lugares visitados por Colón en su prístino
viaje. Es llamada por ello “la cruz de Colón”, aunque sea conocida más
popularmente como “la cruz de la parra” atendiendo a la madera con la que fue
confeccionada y al lugar donde fue posteriormente descubierta por Diego
Velázquez.
Réplica de la Cruz de Parra |
Diego Velázquez, cuando en 1511 fundó el
primer asentamiento español en Cuba al que llamó Villa de Nuestra Señora de
la Asunción de Baracoa, encontró entre unos parrales de Coccoloba Diversifolia
(más conocida en Cuba como uva caleta), la cruz que había sido plantada por
Cristóbal Colón, y que poco a poco fue tomando el nombre de “la cruz de la
parra”.
La que durante casi
medio milenio fue considerada por muchos sólo como una tradición o leyenda
milagrera de marcado sentido religioso, hoy en día cuenta con autenticidad comprobada. En efecto, análisis
llevados a cabo en laboratorios europeos y norteamericanos han podido comprobar
que su madera procede de un árbol común en las costas caribeñas, la Coccolobaa
diversifolia o uva caleta cubana,
conclusión que echó por tierra la teoría de que había sido traída por Colón en
su viaje. Es una especie de madera rojiza que no se encuentra ni en Europa ni
en Asia o África. Otra conclusión a la que arribaron en una universidad
norteamericana al hacerle una prueba con carbono 14 es que su antigüedad ronda los quinientos
años.
Lo que se
conserva de ella es sólo una parte de la cruz original. Sus extremos fueron
siendo recortados a través de los años bien para complacer a gentes piadosas o,
incluso, a algunos Gobernadores españoles que visitaron la región. Hasta
Alejandro Humboldt se llevó una reliquia de ella. Igualmente se tomaron trozos
para los análisis a los que se ha hecho referencia en el párrafo anterior. Su dimensión actual es de 62 centímetros de alto y 57 de brazos, siendo el tamaño de la pieza original de 238 centímetros de alto.
Ya a comienzos
del siglo XVI, en 1528, se hace mención a un hecho milagroso de la Santa Cruz
de la Parra, al no producirse víctimas en la villa a causa de un terremoto de bastante
intensidad. Desde entonces surgió la costumbre de sacarla en procesión y de
invocar su protección ante la presencia amenazadora de corsarios, piratas o ciclones, tan frecuentes en toda la región del Caribe.
Al no tener ya
dudas de su autenticidad, la Cruz de la Parra acaba de ser declarada Monumento
Nacional y Tesoro de la Nación Cubana. Esta declaración oficial ha coincidido
con los festejos que se celebraron el 15 de agosto del pasado mes de agosto
para conmemorar los quinientos años de la fundación de Baracoa.
La Cruz de la Parra original, también llamada Cruz de Parra, se encuentra en la Iglesia Parroquial de Baracoa. Existe igualmente una réplíca que ha sido colocada en el lugar donde se cree fue plantada por Cristóbal Colón.
Al finalizar en Baracoa una Eucaristía de acción
de gracias el 15 de agosto por la fundación, hace quinientos años, de
la primera villa en la Isla, el arzobispo de Santiago de Cuba levantó
en alto la Cruz de la Parra y bendijo con ella a
unos dos mil fieles congregados en la plaza.
El acto había sido convocado por
el obispo de la diócesis de Guantánamo-Baracoa, monseñor Willy Pino
quien, en sus palabras de bienvenida, reconoció la presencia de casi
todos los obispos de la Isla, así como la de los representantes
políticos de la nación y de la provincia que habían acudido a la cita.
La Eucaristía fue presidida por
el arzobispo de Santiago de Cuba, monseñor Dionisio García Ibáñez, quien
predicó la homilía invitando a vivir la historia como enseñanza con
mirada de futuro.
Monseñor Pino recordó a quienes
“aún queriendo, no han podido venir, por estar trabajando o viviendo en
otros países, por problemas de transporte, por motivos laborales, por
estar enfermos o en prisión o estar cuidando a personas ancianas”.
Subrayó que “Dios los bendecirá
igualmente”, al tiempo que expresaba para todos su bienvenida a la
tierra “del famoso Yunque (una formación montañosa que tiene esa forma), de
los bellos ríos, de muchos platos típicos y sobre todo de la gente
amable complaciente y hospitalaria, que junto a la Iglesia que ha
acompañado a este pueblo en todos estos 500 años, les recibe con los
brazos y el corazón abiertos”.
De todas las comunidades de la
diócesis, llegaron los católicos vistiendo camiseta blanca con el
mensaje: “500 generaciones de fe, 1511-2011, Vi un cielo nuevo y una
tierra nueva”.
También acudieron delegados de
otras diócesis del resto de Cuba. Muchos tuvieron que viajar durante
horas para estar presentes, y regresaron al anochecer a sus diócesis, en
camiones contratados para ello.
Al iniciarse el acto, los
jóvenes hicieron una representación sobre los orígenes de la ciudad, la
llegada de los primeros conquistadores, el encuentro de culturas, y la
labor evangelizadora de los misioneros, entre los que destacaron a san
Antonio María Claret, obispo de Santiago de Cuba entre 1849 y 1858, que
entonces abarcaba casi la mitad de la Isla.
La Cruz de la Parra había recorrido la Isla de Cuba en peregrinación nacional en preparación a la visita del Beato Papa Juan Pablo II en enero de 1998, quien la bendijo en la Misa solemne que celebrara en una plaza pública en Santiago de Cuba.
Fragmentos de la Eucaristía celebrada el 15 de agosto en Baracoa fueron tomados de Zenit/ Por Araceli Cantero
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Muy interesante esta historia sobre "La Cruz de la Parra", Lola.
ResponderEliminarMe encanta poder leer algo escrito por tí, la administración de un blog lo convierte a uno en semi esclavo y ni tiempo para dedicarse a escribir. Te felicito por tan educativo post.
Maggie
Muy interesante. Es bueno conocer cosas de nuestra Cuba, esté uno donde esté. Gracias por compartirlas!
ResponderEliminarFidel Ernesto Hernández