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y el discurso del Príncipe Carlos
Según recoge la
publicación inglesa Mail Online, la expectación que se generó en torno a los
posibles discursos tanto del hermano como del padre del novio no defraudó. El
Príncipe Enrique hizo gala de su humor 'jocoso' y sacó los colores a más de un
miembro de su familia.
Comenzó burlándose de la "cintura" de su padre, y es que los años
no pasan en balde, para terminar riéndose hasta de la novia. El 'hermanísimo'
se refirió a la recién estrenada Princesa diciendo que había conseguido
"enanizar" a su propio abuelo, el Duque de Edimburgo, por los
altísimos tacones que lucía. Según los asistentes, la cara de Pippa Middleton
después de este comentario no tenía precio, y eso que ella salió 'indemne'.
También el Príncipe Carlos hizo gala del humor de la casa y sonrojó a más
de uno. El principal blanco de su discurso fue su hijo Guillermo, y sobre todo,
su incipiente calvicie.
Pero no todo fueron bromas, el Príncipe Carlos también aprovechó la ocasión
para alabar a su nuera. "Es la hija que nunca tuve", "somos muy
afortunados por tenerla". Uno de los asistentes a esta fiesta privada, el
director del colegio donde estudió Catalina, confesó al salir de la
celebración: "Guillermo ha hablado muy bien de ella, pero ha sido Carlos
quien realmente le ha dado el lugar que se merecía".
Y segun recoge EL MUNDO, desde Madrid:
Fue uno de los momentos más esperados del día y el
que casi eclipsó a la llegada de la duquesa Catalina a la Abadía de
Westminster: el discurso del príncipe Enrique, padrino de Guillermo en el
enlace.
Y parece que el 'hermanísimo' no defraudó. Según publica
el diario británico de 'The Daily Mail', Enrique hizo gala de sus chistes malos y usó
a la novia como blanco de sus dianas. Algo que no hizo mucha gracia a los
invitados. Menos mal que la reina
Isabel II y su marido el Duque de Edimburgo optaron por no ir a la cena
y así no vieron el espectáculo de su nieto.
Enrique había sugerido en las últimas semanas que tendría
que bajar el tono de su discurso si su abuela estaba presente, aunque parece
que finalmente no hizo falta ante la ausencia de la monarca.
El menor de los dos hermanos bromeó por ejemplo sobre la
altura de la novia que, según Enrique, eclipsó la de su propio abuelo con sus tacones de tres pulgadas. Pero
es que Enrique tuvo de quien aprender, ya que previamente Guillermo y el
príncipe Carlos también bromearon durante un discurso bis a bis.
El padre del novio
bromeó sobre la calvicie de su hijo y, en respuesta, el
príncipe Guillermo destacó la cintura de su padre. Su padre dijo que esperaba
que Guillermo se ocupara de él cuando llegara a la vejez antes de que el duque
de Cambridge decidiera "empujar su
silla de ruedas por un acantilado".
Sin embargo, parece que las bromas de Enrique fueron las
que menos gracia hicieron. Sobre todo a la hermana de la Pippa, que no puso cara de muy buenos amigos
mientras el príncipe pronunciaba su discurso.
Y es que la noche dio para mucho. Los novios e invitados
llegaron a la fiesta celebrada en el palacio de Buckingham sobre las 22.00
horas y los últimos en marcharse, entre ellos Enrique, lo hicieron a las 03.00 horas en un autobús privado.
La mayoría de los invitados salieron parapetados en
coches y taxis que les recogieron en el interior del palacio. Algunas parejas
fueron vistas besándose en el asiento de atrás mientras se iban, mientras que otros se preocupaban más por proteger sus rostros.
Enrique mucho más prudente se marchó en un autobús
acompañado por otras 12 personas, aunque a
esas horas ya había perdido su corbata.
El cantante Ellie Goulding fue uno de los presentes en el
evento también estuvo Joss Stone, la cantante de Devon, encargados de animar la
fiesta.
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