14 de diciembre de 2010


BUENOS CONSEJOS 
PARA MANTENERSE EN FORMA

Caminar diariamente: Mi abuela comenzó caminando 3 kilómetros por día cuando tenía 60 años. Ahora tiene 97 y no sabemos dónde está.

Inscribirse en un gimnasio:  El año pasado me inscribí en uno por casi $80 al mes y todavía no he perdido ni un kilo. Aparentemente, además hay que asistir.

Hacer ejercicio diariamente: Tengo que hacer ejercicio muy temprano por la mañana, antes que mi cerebro se dé cuenta de lo que estoy haciendo.

La ventaja de hacer ejercicio todos los días es que te mueres en un excelente estado de salud.

Para no hacer ejercicio, a veces razono que si Dios hubiera querido que nos tocáramos la punta de los pies los habría puesto más arriba.
Tengo los muslos flácidos, pero afortunadamente los cubre el estómago.

Me gustan las caminatas largas, especialmente cuando las hacen algunas personas que me molestan.
 
Finalmente, se ha documentado hasta el hartazgo que por cada kilómetro que trotas, añades un minuto a tu vida. Esto te permite que, cuando cumplas los 85 años, tengas derecho a cinco meses de vida adicionales. ... en un geriátrico, a $10,000 por mes.

Mis consejos personales para mantenerse bien:

* no dar trascendencia a las cosas que no la tienen, enojarse no sirve un rábano.

* no volverse loca tratando de mantener la casa o el apartamento, como si estuviera por visitarte una delegación de la ONU.

* no interferir más de la cuenta en las idioteces que hacen nuestros hijos y/o nietos, los criamos bien así que ahora que se las arreglen como lo hicimos nosotras.

* no pretendamos cambiar el mundo, ya cambió por su cuenta y nosotras quedamos al margen, paciencia.

* tratar de no mirar noticiarios principalmente a la hora de comer;

* es malo estar gorda, es malo estar flaca, es malo  tener más 45 años: ¿vale la pena hacerse mala sangre?

Para algunas de nosotras queda poco hilo en el carretel, al demonio con todo y disfrutemos lo que tenemos. Aunque nos cueste reconocer a esa vieja que nos mira cada mañana desde el espejo, conviene mimar sin asco a la joven que llevamos dentro. Si no es ahora, ¿cuándo?

Remitido por Evaristo González

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