STEVE MCQUEEN

EL INVENTOR DEL "COOL"

* B Gómez / L Sangrá ADN.es

* Hace 30 años que murió el protagonista de 'Bullitt' y desde entonces no ha nacido nadie que luzca igual de bien las gafas de sol y la cazadora de aviador

Se suele decir que en los sesenta, y sobre todo en los setenta, el público que veía películas estaba listo para un nuevo tipo de héroe masculino. Pero antes de entregarse a los Dustin Hoffman y los Robert de Niro, con sus nombres de traza étnica y sus cuerpos imperfectos, los espectadores querían encontrar una última encarnación del macho alfa.

Sin saberlo, el espectador medio norteamericano seguía buscando en sus leading men (protagonistas) algo del pedigrí militar que habían tenido Errol Flynn y James Stewart, soldados a la vez que actores y por lo tanto descartados de la lista de comunistas y afeminados que hacían el gusano en las clases del Método -y  eso que nuestro hombre estudió con Lee Strasberg, pero lo supo disimular-.

Pero ya no necesitaban de la rectitud y ejemplaridad de aquellos héroes. Para algo eran los sesenta. El nuevo hombre debía tenerlo todo en su sitio pero, en lugar de formalidad se le pedía la rebeldía y la sobredosis del yo de Easy rider.

Y fue entonces cuando la época encontró a su hombre: Steve McQueen se convertía, en 1974, en el tipo al que todos querían parecerse y en el actor mejor pagado del mundo. Sin ser ningún Laurence Olivier, ni falta que le hacía.

McQueen, que había nacido en Indiana en plena Gran Depresión en una familia pobre y católica, interpretó versiones de sí mismo, un tipo con recursos y excelente gusto para el motor y las mujeres, en Bullitt, La huída y La gran evasión y Le Mans entre otras. En noviembre de 1980 moría de cáncer de pulmón con apenas 50 años. Treinta años más tarde, es la undécima estrella más lucrativa, en gran parte gracias a la industria de pósters y calendarios que genera.

Premio de leyenda

Una exposición que se puede ver estos días en la Movie Poster Gallery de Londres se titula, al igual que el libro que la acompaña Steve McQueen: King of Cool. Además, su hijo Chad, nacido de su primer matrimonio, recogerá el Jules Verne Legendaire Award, un premio que al parecer reconoce "el estímulo de la aventura y la imaginación" en el cine y que parece creado ex profeso para McQueen -como cuando a Michael Jackson le dieron el premio Bambi-.

A McQueen le escamotearon una vejez que no llegó a conocer. Tras filmar Cazador a sueldo (1979) se le diagnosticó un cáncer que intentó paliar a base de tratamientos alternativos en México. Moría el 7 de noviembre de 1980.