12 de septiembre de 2009


El marxismo vuele a las aulas cubanas

Pablo Alfonso

Cuba inauguró el pasado martes un nuevo curso escolar. Hay novedades en este año lectivo. Tienen que ver con la Historia nacional y el reforzamiento ideológico en todos los niveles de enseñanza. También con la Ortografía y las Matemáticas.

Lo primero viene acompañado del tufillo rancio de los manuales de marxismo, un aparente rescate de ese anacronismo que instaló la dictadura castrista en la sociedad cubana como elemento político de su régimen.

Lo segundo es una consecuencia de lo primero; aunque los jerarcas que dirigen los planes de educación apunten en otra dirección. Hay que ir al rescate de la Ortografía, desterrar las aberraciones lingüísticas provocadas por años de enseñanza deficiente; resultado del período especial, dicen, y hasta del embargo norteamericano. Lo de las Matemáticas, imagino que se relaciona con la intención de sacar con claridad las nuevas cuentas. Es decir, tomar conciencia de que, como dijo el general Raúl, dos más dos son siempre cuatro…aunque a veces en el socialismo cubano el resultado pueda ser tres.

Las nuevas consignas y buenas intenciones que acompañan la inauguración del curso escolar 2009-2010 parecen una contradicción si se tiene en cuenta que la educación en Cuba, es una de las llamadas conquistas insignias del castrismo.

“A lo largo del actual curso, a los estudiantes de séptimo, octavo, y décimo grados, como también en los cuatro años de la enseñanza técnica-profesional, se les impartirá el programa de Historia de Cuba y se intensificará el estudio del idioma Español”, anunció el periódico Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba.

Hace algunos días circulaba por los sitios de Internet un comentario firmado por un anónimo profesor de la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana, que podría explicar la grave situación ortográfica del estudiantado cubano. Resulta que un equipo de profesores de esa Facultad recibió la encomienda de realizar exámenes de diagnóstico a los estudiantes de quinto y sexto año de las llamadas Sedes Universitarias Municipales que se gradúan este año.

El comentario de siete páginas, repleto de anécdotas, es demasiado extenso para ni siquiera resumirlo en este corto espacio; pero hay algunas perlas escritas por los alumnos examinados que merecen citarse a manera de ejemplo.

Entre otros errores ortográficos: Hipno, con p; higno con g; igno, sin h y con g. Jubentud, con b de burro; Ballamo, con b labial y doble l; halojada con h; ambre sin h; ahudasia, con h intermedia y s; partisipación, cons y voio, con v corta y sin acento ni h intermedia…

Los conceptos de redacción y las ideas coherentes están por el piso. Aquí van algunas frases:

“En el ideario pedagógico de José Martí tiene muchas ideas martianas allí se encuentra muchas ideas martianas algunas son pensamiento de dicho autor”.
“La mujer es una baluarta de la Revolución, privilegiada por la maternidad y sin derechos a la discriminación”.

“María Mantilla es la hermana de Martí”…”mujeres valientes como Flor Crombet”…”Martí luchó por la igualdad del hombre por el hombre”…”La dignidá se conquista y no se regala, es comó la sal en el alimento, es el complemento de las virtudes”…”Un ejemplo muy virgente”.

En materia de Historia de Cuba la confusión de nombres y su ortografía es igualmente patética, al punto que estos “alumnos universitarios” a punto de graduarse este año han creado todo un nuevo panteón patriótico. Así tenemos a: Mariana Gragales, Mariana Granjales, Marina Grajales, Selia, Celie Sánchez, Haimée Sta María, Vilma Esping, Vilma Spin, Bilma.

En fin, para qué seguir.

Sin duda que el compromiso anunciado para mejorar la calidad de la enseñanza en este nuevo curso escolar requiere de un esfuerzo colosal.

Se informa de medidas entre las cuales “sobresalen la inclusión con carácter obligatorio de las pruebas de ingreso de Matemáticas e Historia para todos los estudiantes que deseen incorporarse a la universidad.”

Por lo pronto la dictadura castrista se ufana de que unos tres millones de estudiantes volvieron a las aulas, donde el régimen pretende reforzar la formación ideológica, el estudio de Marx, el antiimperialismo y la cultura del trabajo, a fin garantizar la continuidad de la revolución…

Al volver a clases, los estudiantes “dedicaron” el curso a Fidel Castro y al 50 aniversario de la revolución.

“Para que el árbol nunca muera, van en el fruto las semillas. Fidel es un gran árbol. Nosotros los pioneros somos el semillero de su vida. Fidel siempre creciente. Fidel eternamente joven. Fidel multiplicado”, decía un poema que leyó el joven Mohamed en una escuela secundaria del oeste de La Habana.

El rector de la Universidad de La Habana, Gustavo Cobreiro, no se quedó atrás y al inaugurar el curso en ese centro docente afirmó: ¨Nuestro objetivo fundamental es que dentro de cinco años, cuando en el aula Magna reciban sus títulos de licenciados, ustedes digan, aquí me convertí en un verdadero revolucionario¨.

Pablo Alfonso
Diario Las Américas
Publicado el 5 de sept de 2009

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