14 de octubre de 2015

De cómo comenzó el Colegio Teresiano de Camagüey


En el año de su Centenario,

De cómo comenzó
el Colegio Teresiano de Camagüey

A partir de la creación de la Orden de las Madres Teresianas (STJ), por San Enrique de Ossó, comenzaron las primeras fundaciones: España, Portugal, África, y en el año 1886 pasaron a América, radicándose en Puebla de los Ángeles, México.

Allí rápidamente se propagó la  Compañía, hasta que con la revolución mexicana y la toma de posesión de Madero como  presidente en 1910, empezaron las persecuciones religiosas que llegaron a un punto en que se hizo necesario trasladar las monjas a otros países, entre ellos Cuba. Así, el 19 de noviembre de 1914 arribaron al puerto habanero las primeras exiliadas de la orden Teresiana.

A su llegada solicitaron licencia para instalarse, dándoles su aprobación el obispo Mejía.  Encontraron una casa, se mudaron allí y comenzaron las gestiones para continuar estableciéndose por toda la Isla. 

Ya corría el año 1915 cuando en el mes de agosto se dirigieron a Camagüey y entregaron su petición al recién designado (25 de mayo de 1914) y primer obispo de la diócesis de Camagüey (10 de diciembre de 1912), Fray Valentín Zubizarreta y Unamunzaga (Carmelita Descalzo), gestiones que culminaron el 14 del mismo mes. Ello les permitió volver a La Habana a buscar a las monjas que allí se encontraban y regresar a Camagüey a recoger el documento oficial autorizando la fundación (8 de septiembre de 1915), firmado por el Obispo, el cual, seguramente preocupado y deseando que progresara la educación, rápidamente había dado su anuencia.

Los inicios

Al principio, -¡cómo no!-, estuvieron muy pobres, pero siempre felices y trabajando con todo ahínco en bien de sus niños…

Las madres fundadoras fueron: La Superiora, M. Elena Hernández (provenía de Mérida, Yucatán) y las MM. Adela Telo, Ángela Jardí y Dolores Claramonte, (3 de febrero de 1904, Zamora, México, y fundadora por segunda vez). Posteriormente la M. Dolores Claramonte fue  declarada Hija Adoptiva de Camagüey el 13 de febrero de 1954, pocos meses antes de su muerte.

El curso comenzó el 1 de octubre de 1915 y la primera alumna fue Ena Galán Sariol. Otras alumnas de esa primerísima promoción lo  fueron: Sacramento Valduesa, Mercedes Martínez, Gloria Martínez, María Guerrero, América Escobar, Mercedes Bové, Estela Agramonte y Virginia Agramonte (estas dos últimas eran nietas del patricio camagüeyano  Ignacio Agramonte).

«Éramos diez o quince cuando comenzamos en la calle Estrada Palma 32A (hoy 190-192), entre Avellaneda y Domingo Castillo…», declaró una de las integrantes de aquel afortunado grupo: América Escobar. 

La casa, perteneciente a Cesáreo Medrano y localizada en muy céntrico lugar, resultaba sin embargo demasiado pequeña. Por lo que  todo parece indicar que se habían ubicado  allí durante unos meses hasta que la casa de Padre Valencia número 7 (hoy 8) estuvo acondicionada para establecerse en ella.

La primera referencia que aparece en el Archivo Histórico Provincial como solicitud de modificación de la casa cita en Padre Valencia número 7, lleva fecha 19 de abril de 1916 y está firmada por Elena Hernández, Superiora. Dicha casa pertenecía al Obispado de Camagüey y había sido adquirida mediante compraventa por el obispo Zubizarreta el 20 de enero de 1916.  (Dirección Municipal de la Vivienda, T-343 F 130V-132-132V, T-495 F  90V, T-508 F 44-44V, Osvaldo Izquierdo Michel, Protocolo notarial T-2 escritura 290,  y Archivo Histórico Provincial, legajo 214, número 11)

Relataba Hortensia Estrada González (exalumna), que era muy niña al empezar en el colegio y que en aquellos primeros años había muchas niñas, aunque no varones. Éstos vinieron después, como su hermano Rodolfo.  Y continuaba Hortensia: «  había niñas pudientes y otras que para sufragar sus estudios realizaban labores como servir la mesa, limpiar, etc…».  

Hortensia estudiaba también piano en el Conservatorio Rafols y hablaba con mucho amor de la M.  Filomena (Filomena Jordá, 4º grado), de la M. Justa (Justa García, 3er. grado), de la M. Dolores (Dolores Claramonte, bordado y pintura), de la M. Dolores Carcañón (música),  de la M. Dolores Mejías, «la niña linda, muy joven, siempre de carrerita» y de la hermana Manuela en la portería.”  De esta última  hablaba también América Escobar: «… era muy alegre y cocinaba riquísimo, me enseñó a hacer un plato que además servía para adornar la mesa, que se llamaba “nido de pájaros”».

NOTAS:
tomado del trabajo recopilado en Camagüey por Daisy Lorenzo Martorell (Exalumna teresiana, Licenciada en Química. Laica de la Comunidad de La Merced), y publicado en la revista “Enfoque”, de la Diócesis de Camagüey, Abril-Junio 1998,  Año XVIII – Nº 62.

La foto de la ilustración corresponde al teatro "El Fénix" en el año 1909. Pertenecía por entonces a la Sociedad Popular de Santa Cecilia. Luego fue vendido a las MM. Teresianas y estuvo en uso por el colegio Teresiano hasta 1950, en que se acometió la construcción de nuevas aulas y dormitorios, y un espacioso salón de actos.

El colegio Teresiano de Camagüey, al igual que todos los colegios religiosos de Cuba, fue cerrado en 1961 por el gobierno de Fidel Castro, y su edificio confiscado.  Como les había sucedido a las MM.Teresianas en 1910 cuando tuvieron que abandonar México a causa de la persecución religiosa, las Madres que se asentaron en Cuba y educaron a varias generaciones de niñas y jóvenes, también se vieron obligadas a abandonar el país al prohibirse en nuestra patria los colegios privados y la educación religiosa.

1 comentario:

  1. Bertha Porro García10/16/2015

    Me gusta que hayas puesto este comentario, así todas las exalumnas que se interesen pueden conocer nuestros orígenes.

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