Parlamentario
canadiense advierte a inversores en
Cuba:
“Recuerden
a Tokmajian”
Peter
Kent, ex ministro de exteriores de Canadá contradice la seguridad y las
garantías que ofrece la nueva Ley de Inversión Extranjera, poniendo como
ejemplo al inversionista Cy Tokmajian que fue despojado de sus empresas por el
gobierno cubano y hecho prisionero
El parlamentario canadiense Peter Kent
advierte en el Huffington Post que la comunidad financiera internacional
debería ponderar cuidadosamente las ofertas de inversión que vienen haciendo
ministros, diplomáticos y funcionarios comerciales cubanos, y reparar en que
uno de sus pares, el canadiense Cy Tokmajian, sigue esperando juicio en la isla
desde septiembre del 2011, cuando fue detenido y encarcelado.
Según estos emisarios, un nuevo día de
oportunidades está amaneciendo para invertir en ese estado comunista escaso de
divisas, luego de la aprobación de una ley que promete jugosos cortes o
exenciones de impuestos, y garantías para la seguridad de la inversión
extranjera.
Kent cuestiona tal seguridad y
presenta un ejemplo entre muchos, dice en el caso del presidente y Ejecutivo
Principal de Grupo Tokmajian, a quien conoció como parlamentario por Toronto y
como ministro de Asuntos Exteriores para las Américas. En septiembre pasado, lo
visitó en la prisión cubana La Condesa.
Allí ha permanecido por dos años y
medio el empresario de 73 años, después de ser blanco, según el autor, de una selectiva campaña
anticorrupción lanzada por Raúl Castro; eso, a pesar de que su hermano Fidel había
elogiado la integridad de Tokmajian y sus contribuciones a la economía cubana.
El Grupo Tokmajian-afirma el actual presidente de
la Comisión de Defensa en la Cámara de los Comunes de Canadá– era la segunda
mayor inversión privada canadiense en Cuba, tras la de la corporación minera
Sherrit.
Ahora las propiedades personales y las
del negocio de Tokmajian, valoradas en más de 90 millones de dólares, han sido
confiscadas por las autoridades cubanas, que además han sugerido a
representantes de la compañía que si envían unos millones más a la isla, la
sentencia contra el directivo podría resultar menos severa.
Revela el autor que en las últimas
semanas la fiscalía cubana presentó por fin cargos formales contra el
prisionero. Kent señala, citando al equipo internacional de abogados de
Tokmajian, que los cargos son, o bien distorsiones, o falsas representaciones
de la práctica normal de negocios por parte de empresarios extranjeros en Cuba.
Según arguye la defensa, las
acusaciones de soborno incluyen incentivos básicos a la productividad del
personal, bonificaciones cenas y boletos para espectáculos como reconocimiento
al buen rendimiento; y las de de evasión de impuestos que ignoran los tratados
sobre el tema, las opiniones de expertos y las propias regulaciones tributarias
cubanas.
Kent recomienda a la comunidad
financiera internacional considerar asimismo cómo la cruzada anti-corrupción
del Ministerio del Interior barrió también con otros ejecutivos de negocios
extranjeros, como el británico Stephen Purvis o el francés Jean Louis Autret.
Estos dos, dice, han sido puestos en libertad para contar sus relatos de horror,
pero sus propiedades también fueron confiscadas por el gobierno de Cuba. El
periodista de CNN en Español Xavier Serbiá dedicó un reportaje al caso de
Purvis:
Termina diciendo Peter Kent que las
historias de Purvis y Autret, como la de Cy Tokmajian, han generado un clima de
incertidumbre y preocupación entre las compañías extranjeras que mantienen
inversiones en Cuba: sus respetables directivos, por más tentadora que parezca
la nueva legislación de inversiones aprobada por la Asamblea Nacional de Cuba,
podrían correr idéntica suerte a manos de algún agresivo investigador anticapitalista
del Ministerio del Interior.
Publicado
en Huffington Post, Noticias Martí y Cubanet
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