¿Juez o Parte?
Antonio
G. Rodiles
LA
HABANA, Cuba.- El debate suscitado a partir de la carta de más de 40
personalidades pidiendo el relajamiento de las restricciones al régimen de La
Habana ha sido copioso. Han respondido con intensidad quienes abogan que, como
premisa, deben ser devueltos a los cubanos sus derechos y libertades
fundamentales, además de ser muy explícitos al aclarar que serían personeros
del régimen quienes mayor partido sacarían de las medidas propuestas. Mientras
tanto, es notable el silencio de quienes desde la Isla apoyan este documento.
No he leído ningún artículo aún que lo defienda.
En
medio de la polémica, encuentro hoy una entrevista en el nuevo sitio de Yoani
Sánches, quien ha manifestado en otras ocasiones respaldo a la agenda de Carlos
Saladrigas, uno de los principales promotores de la misiva antiembargo. La
entrevista hace referencia al debate desatado y su encabezado llamó mi
atención. Cito:
La propuesta ha desatado las pasiones
y las especulaciones, alimentadas también por la inminente llegada a La Habana
de representantes de la Cámara de Comercio de EE.UU.
La sociedad cubana, sin embargo,
parece mantenerse al margen de los titulares, los artículos encendidos y las
réplicas o apoyos a la llamada carta
de los 40′ que ya circulan por las redes y los correos electrónicos. Con el
pensamiento puesto en esa población desinformada y sumida en sus grandes
problemas cotidianos, realicé esta entrevista al vicepresidente de Estados
Unidos, Joe Biden, que me recibió en Washington pocas semanas antes de la
salida de 14ymedio.
La
sociedad cubana no está al margen, cada vez más se escuchan opiniones de
ciudadanos de esa población desinformada y sumida
en sus grandes problemas cotidianos que reconocen
abiertamente que no es el embargo el responsable de tanta penuria sino una
dictadura dispuesta a seguir depredando el país.
Los
escritores, intelectuales, periodistas, activistas, presos políticos, lectores
y foristas que por estos días, desde fuera y dentro de la Isla, se han
manifestado sobre el tema a través de artículos y comentarios en los portales
DIARIO DE CUBA, Cubanet y otros, también conforman la nación cubana. Quienes
opinan desde dentro y sostienen proyectos y otros medios de prensa
independientes y enfrentan constantemente la represión de un dictador y su
régimen, también pertenecen a la sociedad cubana.
En
medio de un debate intenso y sin siquiera haber tomado parte del mismo,
pretender erigirse como la voz o el canal que puede darle al pueblo cubano la
luz de lo que ocurre, resulta pretencioso y descalificativo hacia quienes han
entrado en esta polémica.
Es
fundamental la honestidad política, 55 años de castrismo han sido demasiado
tiempo de simulación. Toca ahora mayor transparencia y claridad. Ojalá que la
franqueza sea parte esencial del juego político, aunque duela. Ojalá quienes
tienen listas sus agendas y sus acompañantes en Cuba presten algo de interés al
reclamo justo de los derechos de quienes están bajo una total indefensión, y no
acudan a justificarse en el relativismo.
Importante
es que se respeten criterios y visiones diversas cuando del futuro de una
nación se trata. Pero también resulta elemental que se preste especial atención
a quienes como bien resumiera el periodista Raúl Rivero en un artículo, están muy
cerca de la candela.
El
debate sobre el embargo tiene un espacio primordial en la actualidad cubana.
Pero debe contener como elemento esencial el reclamo de nuestros derechos
básicos. Y ahí están los Pactos de DDHH de la ONU como herramientas
fundamentales. De ser ratificados e implementados, nos darían un escenario real
de cambios y entonces, quizás, comenzaríamos a vislumbrar otra Cuba.
Tomado del sitio de Estado de Sats
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