De lo mejor a
lo peor
Por Osmar Laffita Rojas (PD)
LA HABANA, Cuba, junio,
www.cubanet.org -En la década de los 80, la industria azucarera cubana ocupaba
uno de los primeros lugares mundiales, en cuanto al monto de producción, que
sobrepasaba las 6 millones de toneladas.
Con 134 centrales,
destilerías, diversas industrias de derivados y terminales de azúcar a granel,
esta industria daba empleo a más de 200 000 personas. Por el elevado monto de
entradas en divisas, por concepto de la exportación de azúcar y su efecto
multiplicador en el resto de los sectores productivos y de servicios del país,
era la primera industria de Cuba.
Pero en los primeros años del
siglo XXI, por situaciones coyunturales, originadas por la caída estrepitosa
del precio de la libra de azúcar en el mercado mundial, Fidel Castro consideró
que resultaba incosteable mantener tan elevado número de centrales en
producción. Entonces tomó la decisión de cerrar más de la mitad de los
centrales cubanos.
Como consecuencia de la
llamada Tarea “Álvaro Reynoso”, se desmantelaron más de 80 centrales. De los
que quedaron en funcionamiento, solo 56 continúan hoy en activo. De 2 millones
de hectáreas de tierra, solo 750 000 quedaron dedicadas al cultivo de la caña.
Se suponía que los centrales
que quedaran en funcionamiento fueran los de mejor aprovechamiento industrial,
y que las áreas destinadas al cultivado de caña fuesen las que reportaban los
más altos rendimientos de toneladas por hectárea, debido a que estarían
pobladas por las mejores variedades y beneficiadas por regadíos. También se
esperaba que los miles de experimentados trabajadores que quedaron
disponibles, pasaran a engrosar la
reserva de personal especializado, pues podrían contribuir con sus conocimientos
en otros centrales.
Pero desde el año 2004, se
ha producido una indetenible caída de la
producción de azúcar, al extremo de que las zafras de los últimos cinco años no
han rebasado la cifra de 1,4 millones de toneladas.
Los pésimos rendimientos,
tanto agrícolas como industriales, producto de una larga cadena de
ineficiencias y mal trabajo, han llevado a que hoy la industria azucarera
cubana sea la peor del hemisferio occidental.
Un elemento al que la prensa
oficial no hace referencia, y que no fue objeto de análisis en las dos últimas
reuniones ampliadas del Consejo de Ministros, efectuadas en los meses de abril
y mayo, ha sido el mal desempeño de las 11 empresas azucareras provinciales, de
13 que existen en el país, dirigidas por el Grupo Empresarial AZCUBA.
A seis meses de iniciada la
presente zafra, solo Mayabeque y Ciego de Ávila han cumplido sus planes de
producción de azúcar. La inestabilidad en los sistemas de pago, principalmente
a los operadores de combinadas, choferes de camiones de tiro y cortadores
manuales de caña, y la mala calidad de la ropa de trabajo, calzado, herramientas y artículos que se emplean en el
corte de caña, ha generado malestar entre los trabajadores, algo que se refleja
en los bajos resultados productivos, tanto en los cortes de caña como en la
producción de azúcar.
La llegada tardía de los
recursos para las reparaciones, tanto para la industria como para los medios de
corte y tiro, provocó que muchos centrales empezaran a producir después de la
fecha fijada. Otro problema es la carencia de piezas de repuestos, principalmente para las combinadas cañeras.
Todas estas deficiencias han
contribuido al incumplimiento de los planes de producción de azúcar. Terminando
el mes de mayo, solo se ha producido 77% del volumen total de azúcar fijado
para la presente zafra.
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